lunes, 28 de abril de 2008

Regresan


He compartido un ocaso con Álvaro, y hemos hablado de lo bello que era el momento y el lugar. Álvaro es joven. Tendemos a pensar que a los jóvenes les cuesta mostrar cierta sensibilidad... pero este no es el caso. Álvaro acepta ir con sus padres a caminar y buscar el mejor enfoque para fotografiar una puesta de sol. También me ha regalado un libro de Francisco Mora (El científico curioso) Lo compró en la feria del libro de Granada y ahora lo comentamos, y nos maravillamos de las mismas cosas...

...ya no es el adolescente que descubrió un día que sus padres son vulnerables, que no lo podían todo y que no entienden nada de lo que les pasa. Álvaro se marchó, como lo hacen todos los hijos de una forma u otra -física o emocionalmente- , pero ha vuelto y ahora comprende más. Todavía hablamos poco porque es así como nos relacionamos, pero somos capaces de mirar juntos un ocaso, y disfrutar del momento; y recoger plantas para clasificarlas y comentar las cuestiones novedosas de la neurociencia...

...tenga usted hijos para esto.

La imagen es un ocaso sobre la Bahía. Lanzada desde Punta Cantera (San Fernando-Cádiz-España) Al fondo las últimas construcciones de la ciudad trimilenaria de Cádiz



sábado, 26 de abril de 2008

Fotos en un tubo: SOMBRAS OCULTAS


No volverá este preciso instante. El Sol del Sur atraviesa el tubo de ensayo y dibuja una sombra en la pared vertical, pero es única e irrepetible. Lo que era uniformidad y transparencia en el tubo, aparece en la sombra matizada de luces y enriquecida de formas ocultas.

No es una sombra sombría. Es una sombra que ilumina. Nunca una sombra apareció tan luminosa… es más viva y más rica que el propio objeto.

El homo sapiens venido a menos se asombra de lo que oculta un simple tubo de ensayo cuando es ofrecido al Sol naciente… ¿qué ocultará entonces un ser humano si lo ofreciéramos a cualquier luz externa y se dejara atravesar?

…pero no nos engañemos, la sombra de un ser humano no será tan bella como esta. Ya nos hemos dejado atravesar por numerosas luces externas. Unas han sido luces de religión que se dicen verdaderas y ofrecen salvaciones eternas a cambio de obediencia ciega. Otras han sido luces de ideologías totalitarias que explican la realidad por oposición a otras luces. Y las dos han sido desastrosas. Salvo honrosas excepciones, han provocado sombras que evocan al peor animal que llevamos dentro… y, por desgracia, puede que no sepamos ofrecer otra posibilidad.



jueves, 24 de abril de 2008

Llegó Esperancita y mandó parar

A mitad del siglo XVIII el cabildo municipal de la ciudad de Cádiz compró un microscopio para los servicios sanitarios de la ciudad (…hablo de memoria, pero prometo buscar el expediente y anotar archivo-legajo-folio y todos los detalles de la historia) Era el primer artilugio de este tipo que se veía por estos lugares. Hasta tal punto era tecnología puntaque levantó las sospechas de los propios regidores municipales: ¿No será una ofensa a la Ley de Dios el uso médico de este artefacto? ¿Quiénes son los hombres para introducirse de esa manera en los confines ignotos de la Creación Divina? ¿Quiénes son los hombres para forzar la voluntad de Dios cuando envía enfermedades? ¿Acaso los males y las enfermedades no son oportunos designios divinos? ¿Para qué, entonces, inventar artefactos que buscan ir contra los designios de Dios?

Ya sé que suena a coña, a cachondeíto gaditano de carnaval, pero es cierto. Se constituyó una comisión de moral y ética formada por médicos de prestigio, curas, obispos y ricos comerciantes de la ciudad, para que estudiaran qué peligros para la integridad moral del usuario tenía mirar por el microscopio: ¿se condenaría el osado que mirase por el objetivo? Finalmente, decidieron que no había problemas porque la categoría humana, y la sólida formación moral del médico, superarían cualquier duda ética. Eso ocurrió en Cádiz a mitad del setecientos. Y al final se pudo mirar por el microscopio.

Sí, en España hubo un tiempo en el que los clérigos católicos mandaban mucho. Mejor dicho, desde que España es España, los clérigos han mandado sin discusión en todos los aspectos de la vida… incluso, como interpretes que son del mensaje y de los designios divinos, la jerarquía religiosa es la que legitimaba y justificaba la autoridad política. En consecuencia, el Rey-Soberano lo era por la gracia de Dios y sólo se arrodillaba ante el clérigo cristiano de turno para recibir su bendición, que para eso los clérigos son los intérpretes intermediarios entre Dios y el común de los mortales. Hoy día parecía que estas cosas ya no pasaban en España… hasta que llegó Esperancita y mando parar

Será que le gusta a Esperancita el ejemplo de otros países como Irán, que mantienen un Consejo de Guardianes de la Revolución, que vela por la pureza de las leyes que emanan del parlamento iraní, ¡no vaya a ser que legislen por encima de la ley islámica (sharía), por Dios! Pues algo así ha debido pensar la rechula presidenta madrileña cuando introduce a los curas en el Comité de Ética y en el Comité Interdisciplinar de Cuidados Paliativos de los hospitales públicos de la Comunidad madrileña. Debe pensar Esperancita que no es de recibo que los profesionales de la medicina, y los enfermos, y los familiares de enfermos terminales, o violadas, o futuras madres de hijos malformados, decidan entre ellos qué hacer con su situación vital… debe pensar que estamos invalidados para decidir por nosotros mismos; debe pensar que nuestra catadura moral no sirve y que necesitamos el consejo del clérigo de turno... católico, por supuesto.

Me dan ganas de blasfemar. Tengo muchas ganas de blasfemar… pero me he prometido no hacerlo en este blog.



miércoles, 23 de abril de 2008

Soñar con una ninfómana ya no es pecado


Efectivamente, mientras ELLA estuvo de viaje, servidor leía “Diario de una ninfómana”, de Valérie Tasso. Y cuando volvió de su viaje, servidor devolvió el libro a su dueña (pertenece a una amiga, viuda ella, que lo había dejado encima de la mesa un día que la visitamos... pero soy de los que devuelven religiosamente los libros prestados)

¿Qué varón joven no ha soñado alguna vez yacer largamente con una ninfómana? Vale, casi todos. Pero como eso sólo ocurre en las pelis, más nos vale leer una autobiografía como la de Valérie, para soñar. Porque soñar esas cosas ya no es pecado y sale gratis. De todos modos, este homo sapiens venido a menos reconoce que hay una edad para cada cosa, y que a ciertas edades uno queda embelesado no con las hazañas sexuales de una potente mujer. No, ya no. Tal vez ahora quedemos prendados del cariño que emana de una relación amorosa, amistosa y hasta profesional. Y contrariamente a lo que uno podía esperar, Valérie Tasso, ninfómana y prostituta de lujo, me sorprendió cuando describe así, con esta ternura, al hombre de su vida:
“...en mi descenso a los infiernos, me encontré un pequeño paraíso. Mi Dios particular tenía el aspecto de un hombre maduro, alto, el pelo moreno y algo canoso, la cara en forma de pera bien madura, los ojos verdes intensos, las manos fuertes, con las uñas cortadas desigualmente. No se las comía, solo las pielecitas que las rodean... Dios olía a brisa y a almendras troceadas, a gotitas de rosa del jardín por la mañana, y a leña recién cortada, y a paja de granja, y a hierba verde después de un diluvio... También lloraba Dios noches enteras, escondido debajo de la almohada, al oír la sinfonía del Nuevo Mundo, de Dvorak, cuando me sabía en brazos de otro hombre. Y fue cuando descubrí por primera vez que las lágrimas de un hombre son el mejor regalo para una mujer enamorada.”
Sí, todo es un tránsito en la vida. Nada dura eternamente. Nos agotamos y nos agostamos... y eso también suele ser bello. Hoy soy capaz de amar a las mujeres que ya no cumplen ni cuarenta ni cincuenta porque tienen otra mirada, y son reposadas y sabias. Y hablan y comprenden mejor que nadie, y aprecian las cosas de la vida con conocimiento, y porque son la mejor compañía para una sobremesa... y para después.



domingo, 20 de abril de 2008

Emprendedor del año


Primeros de abril de 2008.
Calle muy céntrica de Córdoba -Andalucía/España, casi-casi en la Plaza de las Tendillas.
Un descampado reconvertido en aparcamiento de pago.

El empresario ejemplar coloca su cartelito para demostrar que en su aparcamiento se cumple la ley: se factura por minutos, no por horas o por fracciones de hora como antes.

¿Pero a 0'03 céntimos el minuto...? Esto no_pué_sé. Echo mis cálculos mentales (me ayuda mi compi, que en estos menesteres es muy buena... bueno, y en otros también) Y resulta que 100 minutos de aparcamiento (o sea, hora y 40 minutos) valen 3 céntimos. Dicho de otro modo: por un euro podemos dejar el coche cinco horas y media. Qué ruina de negocio, ¿no?

Cuando lanzaba la foto para eternizar la gilipollez se me acerca el encargado con cara de pocos amigos, pero tomo la iniciativa y entablo conversación con mi mejor sonrisa de complicidad:

-Se han dado cuenta del error... supongo

-No, no, no, no -negó cuatro veces el hombre, con la cara levantada y la mirada desafiante-.Yo sé lo que vale esto; y esto sale a tres céntimos el minuto.

-Bueno... caballero, pero eso no es lo que pone aquí... supongo que alguien ya se lo habrá dicho.

-¡A mí no me tiene usted que explicar nada! Ese cartel lo pusieron aquí los jefes y esto vale tres céntimos el minuto... y no tenemos nada más que hablar...

Atención, pregunta: ¿Cual de los dos es más... es más... -no sé cómo llamarlo-, el empresario o el encargao?



viernes, 18 de abril de 2008

Fotos en un tubo: EL TALLE DE CENICIENTA

Al principio, el talle de Mamina era como el de Cenicienta y el bello traje del cuento habría lucido precioso sobre la chiquilla. Mamina había nacido justamente con el siglo XX, pero cometió la desgracia de ser la primogénita de diez hermanos… en realidad, fueron algunos más porque su madre, Catalina, estuvo pariendo sin descanso desde 1900 hasta 1917.

No tuvo opción, un primogénito varón habría tenido una vida regalada, pero ser niña a principios de siglo XX la condenó a ser una criada de lujo en su propia casa… Mientras Catalina paría hijo tras hijo, Mamina los atendía —comidas, baños, enfermedades, ropa, paseos…—. Mientras sus hermanos y hermanas iban a la escuela, ella apenas pudo hacerlo porque ello suponía abandonar sus obligaciones domésticas. Mientras sus hermanos iban y se pavoneaban a la Hípica Militar de Ceuta, ella les preparaba la ropa, la comida y la mesa. Mientras sus hermanas eran presentadas en sociedad, ella las peinaba y les cosía y lavaba la ropa. Mientras sus hermanas recibían clases de piano, ella fregaba el suelo arrodillada.

Cuando le salió un novio, su madre le prohibió verle… y cuando, en un acto de rebeldía, se escapó, la encerraron y clavetearon la ventana. Y cuando se casó, lo hizo con un militar y su propia casa fue un cuartel; sólo cambió una sumisión por otra. Y cuando enviudó, sus hermanos varones se repartieron los pocos despojos del difunto y la dejaron con cuatro hijos y prácticamente en la indigencia en mitad de una guerra civil…

…pero siempre recuerdo a la abuela Mamina con una sonrisa en los ojos y en los labios.


La fotografía es una imagen cenital de un matraz aforado de 50 ml que contiene una disolución de agua acidulada con unas gotas de fenolftaleína. El sol incide con un ángulo de 30º aproximadamente para ofrecernos el talle del Cenicienta... una buena ocasión para recordar a la abuela Mamina. ¿Por qué no?


martes, 15 de abril de 2008

Llevo un rato mirando mis propios zapatos


Llevo un rato mirando mis propios zapatos. No me apetece levantar la mirada. Me arriesgo a encontrar otra mirada y no sabría qué hacer con ella...

Mary Cholis se apaga lentamente. No tiene vuelta a tras. El tiempo no retrocede... no puede. Es cruel tanta lentitud. En realidad la muerte no es un problema, lo difícil es morirse de una puñetera vez. Pero esa parsimonia inexorable, como de gota tras gota cuando ya apenas quedan gotas, siempre es una crueldad. ¡Hay que ser idiotas para inventarse a estos dioses tan crueles, y más idiotas para creérselos!

A Mari Carmen la llamaban Mary Cholis, allá en su Galicia natal, en los años 20 del siglo XX. Dicen que por allí ponen sobrenombre a todo bien nacido. Era una niña muy guapa; rubia, de ojos azul celeste y miraba achinada. Ahora miran con el mismo color, pero imploran muy abiertos y en silencio un no_sé_qué que no podemos darle...

...en realidad sí lo sabemos. Pero es lo único que no podemos darle...

...ya digo, llevo un buen rato mirando mis propios zapatos porque no me apetece levantar la mirada... no sea que me tropiece con la ella.



martes, 8 de abril de 2008

Mi gente sorprendente: La sobrina que quería ser mamá

Tengo un sobrino que ve muertos. No es que el pobre chiquillo tenga pulsiones paranormales, es que es forense. Y ser forense tiene estas cosas. Tengo otro sobrino que es científico, un lumbreras el muchacho; que además es navegante y ha publicado una novela histórica de piratas. Y tengo una sobrina, también rondando los treinta (...tengo más sobrinos, pero estos tres son los mayores) que dice que cuando cumplió los 31 le entraron unas ganas locas de ser mamá. Por lo que me cuenta desarrolló compulsivamente un instinto maternal delcaraxo, vamos, una cosa por demá (en Cádiz, una cosa por demá es algo desorbitado y fuera de lugar)

Mi sobrina está en paro y no es plan de ponerse precisamente ahora con instintos maternales. Es una chica muy mona; soltera y sin novio reconocido. Pelito corto, morena clara, libre como el viento y con un atractivo enorme... yo entiendo que los chicos se la rifen. Así que si se pone a decir por ahí que quiere ser mamá... Me preocupé, la verdad; ¡a saber qué habría hecho esta insensata! Pero nada, lo que hizo fue levantarse un día y meterse en una tienda de bebés; y allí se dejó un dineral...

- ...a puntito estuve de llevarme un carrito de niño chico -decía-. Y en casa lo tuve todo guardado, mirándo y tocando las cosas sin saber qué hacer con aquello hasta que mi cuñada se quedó preñada y le regalé el lote ¡Lo que se encontró la tía... y lo contenta que se puso!

Claro, ya que la había pillado comunicativa, aproveché para interesarme por aspectos más concretos... por lo visto en la fiesta de Fin de Año había conocido a Patxi, un chico monísimo que decía que también tenía muchas ganas de ser papá ¾los chicos a veces es que somos de una transparencia soez y desbordante¾. Y encima se quejaba de que las chicas lo tienen muy fácil para ser mamás, con tal de dejar de tomar la pastilla sin avisar a nadie, en nueve meses, ¡zas!, madres... ¡y el padre sin enterarse! De esa forma, a saber cuantos hijos podría él tener por ahí, sin saberlo, con las ganas que tenía de ser padre y ejercer de tal. Ya digo, un prodigio de transparencia el tal Patxi.

Luego Dolorcita ¾es que la llamamos así, Dolorcita¾ me contó que antes de quedarse en paro, su jefe de Barcelona, cuando se enteró de lo de su instinto maternal insatisfecho, la animaba a ser mamá y se lo ponía fácil...

-”...y te vienes a mi casa y lo criamos entre los dos”. Me decía.

-Claro -le expliqué a la niña-, eso es que está enamorado de ti y se aprovecha de tu instinto maternal para liarte en sus propósitos...

-¡Que va, tío! ¾me llama tío, pero de parentesco-. Si mi jefe es gay, pero gay total, y se va a operar para convertirse en mujer-mujer -. La niña hizo una pausa y me miró fijamente, como para no perder detalle de la cara que se me pondría a continuación- ...pero, eso sí, para ejercer de lesbiana, que a él lo que le van son las mujeres...

-¿Comooooooor?

...yo es que ya no entiendo ná, de verdad... De verdad que no entiendo ná. Que no, que no... ¡que me dejes!



domingo, 6 de abril de 2008

Fotos en un tubo: Los PLANETAS DE FLASH GORDON

Amanecer en el planeta Azul con satélite azul…

Tiempo: Años 60 del siglo XX
Lugar: Villajovita, un pequeño barrio de Ceuta, en el Norte de África
Planeta: Tierra
Especie: Amigos del homo sapiens cuando todavía estaba más o menos

En la Puerta de Mané, los niños —los que tenían la suerte de tenerlos— colocaban el puesto de tebeos y los alquilaban por una perra gorda (diez céntimos de peseta) Los que traía el Chirri olían a meao de gato, por eso nadie los quería alquilar. Sin embargo los de Pepe_Anita, los de Pepe_Acosta y los de Juanlu eran muy apreciados; un poco gastadillos pero eso no importaba… la excitación que sentíamos al abrir uno de esos cuadernillos era enorme y aún hoy día, cuarenta años más tarde, resulta emocionante su recuerdo.

Cuando un niño alquilaba el tebeo, otros dos se sentaban a cada lado, en la acera, para leer por encima del hombro con más o menos disimulo. Era una buena forma de rentabilizar la inversión. Lo que pasa es que a veces los empresarios contrataban a Mané y a Morant, que eran niños muy decididos y contundentes, para impedir que nos aprovecháramos de la estratagema. O sea, les dejaban leer gratis los tebeos, y a cambio ejercían de gorilas:

— ¡Juanito, como leas por encima del hombro te rompo la cara, joé!—. Que el negocio era el negocio, aunque estuviéramos en el norte de África!

Eran tebeos del Jabato, del Capitán Trueno, de Superman... y entre todos ellos había un solo ejemplar de Flash Gordon (no recuerdo a quien pertenecía) y servidor habría dado cualquier cosa por poseerlo en exclusiva para mirar una y mil veces las imágenes de esos planetas; y viajar una y otra vez entre ellos en aquel cohete espacial...

...entonces no sabía que esos planetas estaban muy cerca y que un día los formaría con mis propias manos...
·
Los anillos dorados del planeta de oro
Auroras en el planeta Salmón 
Último rayo del Sol Rojo en el planeta infernal



jueves, 3 de abril de 2008

Fotos en un tubo: El viejo alquimista de sueños, recuerda...

El viejo alquimista de sueños aún recuerda que una vez hubo una burbuja de cristal llena de deseos imposibles.

Recuerda también que a la sombra del sauce llorón, en la orilla del riachuelo que reía, una brujita de humo y luz -la que decía extrañas palabras con voz saltarina-, se torno en una bella mujer que miraba con ojos soñadores y sorprendidos.

Y el viejo alquimista de sueños recuerda que apenas tocó a la brujita, su alma de humo y luz se convirtió en un recuerdo lleno de estrellitas de color... que aún centellean en la burbuja cristalina de deseos imposibles.

Es la misma burbuja que el viejo alquimista aún recuerda y atesora entre sueños.

martes, 1 de abril de 2008

Fotos en un tubo: EVOLUCIÓN IMPERFECTA



Me lo enseñaron los viejos profesores: Todo se mueve… al menos, mientras la temperatura supere los -273’16º C. Pero eso ya lo decía Heráclito hace más de 2500 años años, que todo cambia y que nada permanece inmutable. Nuestra percepción parece ser esa, que nada en el universo conocido permanece estable. Todo [casi todo] parece evolucionar hacia un estado de menor energía y mayor desorden… y en ese devenir constante transcurre nuestra existencia.

En la imagen, la disolución azul de cobre amoniacal se difunde en 24 horas de quietud aparente. Los planetas se mueven en un eterno afán de disminuir su energía hasta agotarla. El agua líquida cae incesantemente, siempre buscando la parte más baja. Las cargas eléctricas corren como locas a descargarse… no saben hacer otra cosa. Las manzanas siempre-siempre-siempre caen del árbol buscando la clara cabeza de Newton... y la carne muerta se descompone en un mecanismo lógico que acaba de nuevo en el origen: polvo eres… Y todo esto basado en el mismo proceso termodinámico que busca la estabilidad dentro del sistema cerrado que es el universo (¿...?) ¡En el fondo, a pesar de la inmensa comlejidad humana, no hay otra cosa!

…sin embargo, la VIDA parece escapar a esta evolución universal, a este fluir incesante en la misma dirección: la VIDA -observada puntualmente- es una anomalía que nos desvía del final inevitable (...la carne muerta se descompone; pero instantes antes, la carne viva, contradice y camina en sentido opuesto al proceso natural de la descomposición)

La VIDA es un fenómeno aparentemente tan anómalo como si los ríos fluyesen hacia las montañas, o las piedras volaran por sí solas, o el tiempo buscara el origen de todo... cada ser vivo es un peldaño empeñado en separarnos del devenir del universo en la única dirección posible: Quietud Total, Mínima Energía en el Cero Absoluto, Caos Final…


...y La Nada (sea lo que sea, si es que es algo)