lunes, 14 de noviembre de 2005

Cuento para el 14 de noviembre

El 14 de Noviembre de 2005, los padres católicos, los obispos y la cúpula del Partido Popular convocaron una manifestación contra la Ley Orgánica de Educación que proponía el gobierno de Zapatero… ya sabéis, el insalvable contradicción de mantener la asignatura de religión en la escuela pública.

Unos hombres decidieron ejercer su derecho a fumar en la Biblioteca Pública de su pueblo. Y los lectores les dijeron: Es verdad, si es eso lo que queréis, tenéis derecho a fumar, pero lo podéis ejercer en otro sitio porque aquí venimos expresamente a leer y vuestro humo molestaría. Podéis fumar, por ejemplo, en las Bibliotecas Privadas para fumadores, o en el vestíbulo.

Pero insistieron tanto que los bibliotecarios públicos, para evitar males mayores, no tuvieron más remedio que dejarles fumar en la sala de lectura.
Entonces los fumadores se dieron cuenta de otra cosa, y dijeron: Esto no es justo porque mientras nosotros fumamos y dejamos de leer, vosotros seguís leyendo, almacenáis más conocimientos y tendréis más oportunidades en la vida.

Y para compensar esta desigualdad, dijeron: Mientras nosotros fumamos, para mantener intactas las oportunidades de todos, vosotros dejareis de leer y vais a elegir entre comer pipas o palomitas.
Pero los lectores de la Biblioteca Pública no querían comer nada, lo que querían era leer, que para eso estaban allí. Y entonces, los fumadores se enfadaron mucho y dijeron muchas cosas sobre la libertad para elegir fumar y dónde fumar. Desde los Grandes Fumaderos se dijeron cosas infumables como si fueran derechos inalienables y propagaron sus ideas fundamentales en todos los medios de comunicación:
  • Respeto a la libertad de fumar
  • Libre elección del sitio donde fumar
  • Derecho de los padres a elegir qué tabaco fuman sus hijos… ¡que coño!