viernes, 18 de abril de 2008

Fotos en un tubo: EL TALLE DE CENICIENTA

Al principio, el talle de Mamina era como el de Cenicienta y el bello traje del cuento habría lucido precioso sobre la chiquilla. Mamina había nacido justamente con el siglo XX, pero cometió la desgracia de ser la primogénita de diez hermanos… en realidad, fueron algunos más porque su madre, Catalina, estuvo pariendo sin descanso desde 1900 hasta 1917.

No tuvo opción, un primogénito varón habría tenido una vida regalada, pero ser niña a principios de siglo XX la condenó a ser una criada de lujo en su propia casa… Mientras Catalina paría hijo tras hijo, Mamina los atendía —comidas, baños, enfermedades, ropa, paseos…—. Mientras sus hermanos y hermanas iban a la escuela, ella apenas pudo hacerlo porque ello suponía abandonar sus obligaciones domésticas. Mientras sus hermanos iban y se pavoneaban a la Hípica Militar de Ceuta, ella les preparaba la ropa, la comida y la mesa. Mientras sus hermanas eran presentadas en sociedad, ella las peinaba y les cosía y lavaba la ropa. Mientras sus hermanas recibían clases de piano, ella fregaba el suelo arrodillada.

Cuando le salió un novio, su madre le prohibió verle… y cuando, en un acto de rebeldía, se escapó, la encerraron y clavetearon la ventana. Y cuando se casó, lo hizo con un militar y su propia casa fue un cuartel; sólo cambió una sumisión por otra. Y cuando enviudó, sus hermanos varones se repartieron los pocos despojos del difunto y la dejaron con cuatro hijos y prácticamente en la indigencia en mitad de una guerra civil…

…pero siempre recuerdo a la abuela Mamina con una sonrisa en los ojos y en los labios.


La fotografía es una imagen cenital de un matraz aforado de 50 ml que contiene una disolución de agua acidulada con unas gotas de fenolftaleína. El sol incide con un ángulo de 30º aproximadamente para ofrecernos el talle del Cenicienta... una buena ocasión para recordar a la abuela Mamina. ¿Por qué no?


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