Hace ocho años mi hijo Alejandro
se convirtió en la madre adoptiva de un grupo de Ibis Eremita, unos pájaros bastante feos, extinguidos en España. Se
trataba de sacar adelante una colonia independiente de estos pájaros a partir
de pollos criados en cautividad, es decir reintroducirlos en su antiguo hábitat…
Recuerdo que lo expliqué en un antiguo post en este mismo blog (aquí)
…y progresaron por sus propios medios. El esfuerzo
valió la pena. Juanmi y Eugenia criaron un primer pollo en las
paredes de Vejer de la Frontera, no muy lejos de la Sierra del Retín, la zona donde
se ensayaba la reintroducción. Al pollo le llamaron Trafalgar. Recuerdo que se lo conté a
Alejandro, que andaba ya cuidando tortugas por esas playas de Dios, y el tío se alegró
mucho porque conocía perfectamente a la pareja… decía que el Juanmi era un sinvergüenza porque,
aunque se había independizado del grupo, el pajarraco venía todos los días al
campamento a ver si pillaba alguna bolita de carne de ratón y pan que les preparaban sus ex-madres adoptivas.
Poco más tarde, una culebra bastarda se comió uno de
los polluelos de la primera pareja ponedora, pero aún así los ibis se fueron
independizando de la colonia tutelada en la Sierra del Retín, y salieron adelante.
Esta tarde hemos estado observando la colonia de
ibis en libertad y Alejandro ha contado un mínimo de treinta y ocho ejemplares.
Es una sensación extraordinaria comprobar el éxito del proyecto… parece una tontería,
pero allí estuvimos un buen rato maravillados de la pujanza de la colonia. Las
parejas anidan bien resguardadas en las oquedades de la pared, y los pollos
acarician el pico rojo de los padres buscando alimento. Los individuos jóvenes
se posan sobre la roca… la próxima temporada formarán parejas y tal vez busquen
otros parajes de andamiento. Alejandro dice que observó algunos por los Caños
de Meca y cuentan que se les ha visto por Doñana. Ya digo… parece una tontería, pero nos marchamos de allí con una
placentera sensación de felicidad. Sí, extrañamente contentos…
…puede que los humanos aún tengamos arreglo.
Post Data: Que digo yo, que si
Alejandro es la madre adoptiva de estos pájaros, yo debo ser el abuelo… o sea, tengo
que traer a Vega para que conozca a sus primos. ¡Le van a encantar!
Izquierda: Tío Alejandro, madre adoptiva de los
ibis eremitas.
Derecha: Vega, sobrina del tío Ale, prima de los Ibis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario