miércoles, 22 de junio de 2016

Cuando se escupe hacia arriba

Nunca me he comprometido políticamente. Siempre tuve dudas. A lo sumo publico las sensaciones ideológicas a las que voy llegando, pero nada más. Por eso admiro a la gente que se compromete para defender sus causas, porque lo deben tener muy claro. Pero no sé… para servidor, eso de no tener dudas me intranquiliza.

He conocido a gente así. Gente que se compromete con valentía. Son amigos, conocidos directos y familiares que llevan buena parte de la vida peleando, cada uno a su modo y en su lugar. Unos en las barricadas, a pie de calle, en primera línea. Otros en sindicatos, en ONG’s, en voluntariados sociales, en asociaciones locales, ecologistas, colectivos homosexuales, etc. Y según van llegando, casi todos acaban comprometiéndose con la política que hemos construido (a sabiendas o engañados), que es una política de voto y paso atrás, en escaños municipales, en los del congreso o en los del senado. Y también los tengo comprometidos en una democracia más participativa y popular. No me ha tocado ningún corrupto entre ellos… que yo sepa. Me refiero a criminales que se llevan dinero público o utilizan el carguito para hacer nepotismo…

…de esos no he conocido, pero sinvergüenzas y amorales que practican el todo vale en campaña electoral los estoy viendo ahora por todos lados y en todos los frentes. Ya sé que no es nada nuevo. Es un asunto tan generalizado que hasta forma parte del drama. Y me estoy llevando desagradables sorpresas con algunos… les creía más honestos e incapaces de caer tan bajo. Me refiero a amigos y conocidos que han abrazado sin el menor pudor las manipulaciones amorales contra cualquier opción política que les dispute un voto que creían suyo. No es el hecho de resaltar, por ejemplo, las contradicciones de Pablo Iglesias y Podemos —que existen y son evidentes—. No. No es eso. Por desgracia, vituperar al otro es lo que esperamos en la política de este país, me refiero a mentir a sabiendas de estar haciéndolo, de aceptar ser cómplices de una manipulación que propaga calumnias y miedo entre un electorado dúctil, manipulable, acrítico y acomodaticio. Y trabajan para que siga siendo así de manejable.

Acabo de encontrar esta foto-texto (aunque hay cientos de ejemplos igual de amorales), publicado en el perfil de un sujeto del Partido Popular, que nos pretende asustar con dos mensajes icónicos, a cual peor, Goebbels y el socialismo arcaico de principios del siglo XX… todo ello asociado, por supuesto, a la irrupción de Unidos Podemos en las elecciones del 26J de 2016.


…y he estado un rato sin saber cómo reaccionar. Desde luego es un insulto a los votantes de cualquier partido, empezando por los socialistas (por las arcaicas referencias) y terminando por Unidos Podemos (supongo que por lo de Goebbels). Los del Partido Popular son lo que parece, que algunos no dan mucho más de sí. Mis amigos del PP, que los tengo, no se merecen estas ridiculeces de sus camaradas.

Desde luego, al sujeto que ha rebotado esta imagen-texto le encanta escupir hacia arriba… y  lo menos que se puede decir de él —en realidad, del diseñador de la campaña, porque el sujeto es un simple comparsa que se limita a propagar ideas que no tiene—, es que es un mediocre alumno del maestro Goebbels.


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