Nunca me he comprometido políticamente. Siempre
tuve dudas. A lo sumo publico las sensaciones ideológicas a las que voy
llegando, pero nada más. Por eso admiro a la gente que se compromete para
defender sus causas, porque lo deben tener muy claro. Pero no sé…
para servidor, eso de no tener dudas me intranquiliza.
He conocido a gente así. Gente que se
compromete con valentía. Son amigos, conocidos directos y familiares que llevan
buena parte de la vida peleando, cada uno a su modo y en su lugar. Unos en las
barricadas, a pie de calle, en primera línea. Otros en sindicatos, en ONG’s, en
voluntariados sociales, en asociaciones locales, ecologistas, colectivos
homosexuales, etc. Y según van llegando, casi todos acaban comprometiéndose con
la política que hemos construido (a sabiendas o engañados), que es una política
de voto y paso atrás, en escaños municipales, en los del congreso o en
los del senado. Y también los tengo comprometidos en una democracia más
participativa y popular. No me ha tocado ningún corrupto entre ellos… que yo
sepa. Me refiero a criminales que se llevan dinero público o utilizan el carguito
para hacer nepotismo…
…de esos no he conocido, pero
sinvergüenzas y amorales que practican el todo vale en campaña electoral
los estoy viendo ahora por todos lados y en todos los frentes. Ya sé que no es
nada nuevo. Es un asunto tan generalizado que hasta forma parte del drama. Y me
estoy llevando desagradables sorpresas con algunos… les creía más honestos e
incapaces de caer tan bajo. Me refiero a amigos y conocidos que han abrazado
sin el menor pudor las manipulaciones amorales contra cualquier opción política
que les dispute un voto que creían suyo. No es el hecho de resaltar, por ejemplo, las contradicciones
de Pablo Iglesias y Podemos —que existen y son evidentes—.
No. No es eso. Por desgracia, vituperar al otro es lo que esperamos en la política de este país, me
refiero a mentir a sabiendas de estar haciéndolo, de aceptar ser cómplices de
una manipulación que propaga calumnias y miedo entre un electorado dúctil,
manipulable, acrítico y acomodaticio. Y trabajan para que siga siendo así de manejable.
Acabo de encontrar esta foto-texto
(aunque hay cientos de ejemplos igual de amorales), publicado en el
perfil de un sujeto del Partido Popular,
que nos pretende asustar con dos mensajes icónicos, a cual peor, Goebbels y el socialismo arcaico de principios del
siglo XX… todo ello asociado, por supuesto, a la irrupción de Unidos Podemos en las elecciones del
26J de 2016.
…y he estado un rato sin saber cómo
reaccionar. Desde luego es un insulto a los votantes de cualquier partido,
empezando por los socialistas (por
las arcaicas referencias) y terminando por Unidos
Podemos (supongo que por lo de Goebbels). Los del Partido Popular son lo que parece, que algunos no dan mucho más de
sí. Mis amigos del PP, que los tengo, no se merecen estas ridiculeces de sus
camaradas.
Desde luego, al sujeto que ha rebotado
esta imagen-texto le encanta escupir hacia arriba… y lo menos que se puede decir de él —en
realidad, del diseñador de la campaña, porque el sujeto es un simple comparsa
que se limita a propagar ideas que no tiene—, es que es un mediocre alumno del
maestro Goebbels.
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