lunes, 26 de marzo de 2012

En respuesta a Lola — #29M — #HuelgaGeneral

Querida Lola:

El 29 de Marzo seré uno de los que pierdan voluntariamente un día de sueldo. En conciencia, es lo menos que puedo hacer por mis hijos y por todos los que son como ellos. Muchos, desempleados, a pesar de pertenecer a esa generación que imaginamos como la mejor preparada en la historia de España. Sí, la mejor preparada, pero ello no es óbice para que —con mucha probabilidad— entren en la inanición intelectual, profesional y personal por culpa de la codicia de un sistema político-económico que nos han impuesto por encima de nuestra voluntad. No estoy hablando de partidos políticos, me refiero al codicioso dogma neoliberal y a la sumisión / claudicación de una sociedad adormecida que lo acepta sin rechistar.


Lo menos que puedo hacer por ellos es perder un día de sueldo y vocearlo… en la esperanza de que se sumen pequeñas voluntades para subvertir la dictadura económica que nos gobierna.

Porque para los que nos ‘representan’ —en esta farsa de apariencia democrática— lo importante es obedecer las reglas impuestas por la dictadura financiera, es decir, reducir el Estado a la mínima expresión y menguar derechos de la gente con tal de mantener la situación de los privilegiados. Y por eso tienen la sensibilidad social de una mantis religiosa, Lola. Por eso no pueden ‘ver’ el problema que planteas: el desamparo de una madre. Que está desempleada. Que atiende en cuerpo y alma a su hijo, sujeto a una silla de ruedas. Es un hijo que sólo te tiene a ti, que jamás se va a independizar y que su felicidad depende de tu sonrisa… aunque malditas las ganas que tienes de sonreír. Por eso, Lola, tenemos que estar de acuerdo: habrá que hacer cualquier cosa menos permanecer quieta y callada.


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