lunes, 11 de abril de 2011

La amiga de la cajera del Spar / Jarandilla

Jarandilla de la Vera / Marzo de 2011
Los pueblos de la comarca de la Vera —allí donde se fabrica el mejor pimentón del mundo— están situados en las laderas que acaban en el río Tietar, que es un afluente del Tajo, el río más largo de España… el Tajo era el más largo y el Ebro el más caudaloso. Además, nos tuvimos que aprender todos los afluentes del Tajo y los de los demás ríos importantes. Estoy seguro que mis hijos no tienen ni puñetera idea de estas cosas simplemente porque las han estudiado muy de pasada (creo) y, lo reconozco, muchas veces me he sorprendido de lo poco que saben estos niños, o de lo poco que les exigen…
…exactamente lo mismo le pasaba mi padre cuando comprobaba que NO me sabía la lista de los Reyes Godos. Yo lo pensaba entonces: ¿Para qué puñetas le habrán enseñado a mi padre la Lista de los Reyes Godos? O sea… que la vida (o la historia, o el mundo) pasa una y otra vez por el mismo punto equivalente y provoca las mismas sorpresas. Por eso procuro ser un corcho en mitad del oleaje (más vale permanecer a flote que sucumbir ante los cambios)… y aceptar que el tiempo cambia la lista de valores, cambia la moral, los conocimientos y las costumbres. El tiempo nos hace evolucionar, simplemente porque nos hace viejos… y —eso espero— más sabios.

Estribaciones de la Sierra de Gredos, desde Jarandilla de la Vera (CC)

Las últimas estribaciones de la Sierra de Gredos, las que pegan al norte de Cáceres, están cubiertas de nieve. A los arroyos que bajan de las cumbres les llaman por aquí gargantas. La habitación del hotel, en Jarandilla de la Vera, daba a la garganta del río Jaranda y toda la noche nos meció con su cantarino sonido de agua tumultuosa… el sonido del agua tranquiliza.
Jarandilla tiene una imponente iglesia-fortaleza templaria (Stª Mª de la Torre). Celebraban un sepelio y, por respeto a los familiares del fallecido, esperamos a que terminaran para visitarla… pero el cura debe ser muy celoso y cerró la puerta a cal y canto nada más salir el último deudo. Debe ser porque para eso es una fortaleza…
Iglesia-fortaleza de Stª Mª de la Torre / Jarandilla de la VeraTerminada la función, el cura cerró la puerta a cal y canto
En Jarandilla hay un restaurante que se llama La puta parió, que es sitio de mucho renombre e historia. Dos veces pasé por delante de la puerta, pero no tuve el valor de entrar a preguntar por qué se llama así. Prometo que si voy otra vez a Jarandilla de la Vera, entro y pregunto…
En Jarandilla hay un museo etnográfico que es el garaje de don Francisco, que desde que se jubiló anda recopilando objetos antiguos... se ve que don Francisco ha sabido reconducir su incipiente Diógenes hacia cosas más provechosas. Le di una generosísima propina y el señor no fue capaz de regalarme un viejo cuchillo de cocina que le pedía para mi colección de cuchillos… Mi compi —que es muy incisiva cuando se pone— dice que entre el Diógenes de don Francisco y el de servidor solo hay una cuestión de grado. No sé qué pensar… pero no me gusta que me lo diga.
La cajera del Spar de Jarandilla es muy profesional, cobra las cuentas de los clientes mientras escucha a su amiga. En la Vera todavía no se ven moros, ni rumanos, ni chinos… pero la amiga de la cajera del Spar acaba de terminar su clase de Tai-Chi y viene relajada-relajada. Mi compi y servidor nos miramos en silencio como preguntándonos ¿…cómo es posible que en un pueblo tan pequeño y tan perdido se den clases de Tai-Chi?
¿Y por qué puñetas no van a recibir clases de Tai-Chi los jarandillanos? ¿No ven acaso Tele 5? ¿No están en el mismo planeta?
—Lo que pasa es que tú te crees que por vivir en San Fernando vives en el meollo de la civilización, bonita… y estás muy equivocada. Que ahora todos los sitios están muy adelantados, Antonia.

—Qué me dejes…

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