martes, 2 de diciembre de 2008

¡Ánimo, valientes, que son pocos y lentos!

Chamaeleo Chamaéleon sobre la rama de una de las acacias que crecían en el solar que han deforestado en San Fernando (Cádiz-España)

Los camaleones son unos reptiles fascinantes. Hace cuarenta años eran numerosísimos en la franja costera de la provincia de Cádiz. Mis amigos de aquí cuentan que era frecuente verlos en cualquier sitio de la ciudad de San Fernando (la vieja Isla de León) en jardines, manchones, descampados y bosquetes (…y no cuento aquí las maldades que estosseñores les hacían, porque hoy no va de eso)

Poco a poco, con absoluta impunidad, les destruimos el habitat...

Las urbanizaciones en la costa, la deforestación para hacer campos de golf y demás tropelías urbanísticas han provocado la fragmentación de la población de camaleones en bolsas incomunicadas entre sí.

En San Fernando, están recluidos en el pequeño recinto boscoso del Real Observatorio Astronómico de la Armada (justo detrás de mi casa, que es la de ustedes) De forma que cada vez que algún niño de la barriada encontraba un camaleón (incluso algunos mayores) se lo llevaba al Alex. Mi hijo lo metía entonces en el patio de casa y lo cebaba a base de saltamontes durante un par de semanas —era fascinante verle cazar— y, cuando el chaval consideraba que estaba gordito, lo devolvía al jardín del Observatorio.

Durante mucho tiempo, todos los años venía un holandés para censar y seguir la población de camaleones del Observatorio… y actualmente lo hace la asociación Murex. Mi hijo —el Alex— colabora con ellos. Este niño vale para estas cosas. Desde pequeñito tiene una capacidad enorme para localizarlos (y puedo asegurar que se mimetizan con el entorno de tal forma que es dificilísimo verlos) Yo recuerdo que con siete y ocho años, el niño se metía en los retamares del Puerto de Santa María y volvía con cinco camaleones colgados de la sudadera… Es tan bueno para esto de localizar bichos que durante la campaña de Murex del año 2007 se les estropeó la antena localizadora que detectaba el emisor que les pegan en el lomo a algunos camaleones… y, aún así, a ojo, localizó lo menos veinte individuos …

El solar deforestado era continuación del manchón forestal del Observatorio Astronómico de la Armada Española. Sólo en este solar podían encontrarse hasta 20 camaleones…

Le he preguntado cuantos podrían vivir en el solar que acaban de limpiar no sabemos para qué… era un terreno baldío, sin uso, contiguo al pequeño manchón forestal del Observatorio. Crecían retamas, adelfas, pitas, acacias, yucas y alguna planta ornamental con porte arbóreo…

…aquí encontrábamos unos veinte camaleones, papá… me dijo.

¡Ánimo, valientes, seguid, que son pocos y lentos!



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