viernes, 28 de noviembre de 2008

Religión y barbarie

De alguna forma los mujahidines que ayer atacaron los hoteles de Bombay y causaron más de cien muertos, estaban convencidos de hacer lo correcto... o sea, para ellos es éticamente correcto (y no está nada mal) matar, herir, aterrorizar y amputar miembros a bombazo limpio. Los que pusieron las bombas en los trenes de Madrid el 11-M, pensaban lo mismo. Y los que se suicidaron en las Torres Gemelas de Nueva York, también. De igual forma, los que se inmolan diariamente en nombre de Alá para provocar terror están convencidos de hacer lo correcto, algo en sintonía con sus creencias. En todos estos casos la excusa, la convicción y la justificación surgen del Islam, emana de hombres que se dicen seguidores de Alá y de su profeta, Mahoma.

El Islam, sea lo que sea, no es una religión de paz:

Versículo 05 de la sura 09: “Mata a los infieles allá donde los encuentres”
Versículo 12 de la sura 08: “Yo sembraré el terror en los infieles y vosotros cortadles las cabezas”



Versículo 37 de la sura 05: “A los que hacen la guerra a Alá y a su Profeta mátalos, crucifícalos, córtales las manos y los pies”
Versículo 04 de la sura 47: “Cuando encuentres infieles mátalos y haz con ellos una carnicería"

Me gustan los musulmanes, porque son hombres como cualquier otro hombre, viví con ellos en Ceuta, mi tierra; y me gustan los católicos y judíos, por lo mismo, porque somos hombres antes que sujetos de religión... pero no me gusta el Islam porque es el germen de esta ponzoña del pasado, una parodia de orden moral estancado en lo medieval que no debería caber en el siglo XXI. Tampoco me gustan los obispos católicos que siguen empeñados en mantener sus prebendas de poder y seguir poniendo crucecitas donde no caben, o cuando denigran a homosexuales; y no me gustan porque quieren seguir gobernando países civilizados. No, no me gustan las religiones -ninguna- cuando salen de sus templos y se esparcen a plena luz para empantanar la convivencia de los hombres.

Y si las religiones empantanan la convivencia de los hombres, entonces deberían quedarse en sinagogas, iglesias y mezquitas. Los seres humanos ya somos mayorcitos y somos compasivos y solidarios al margen de lo que ordene cualquier religión; y sabemos construir una moral (con más o menos suerte) sin extrañas obligaciones reveladas a iluminados ...precisamente son siempre los mismos iluminados los que interpretan a sus dioses (joder-joder, podían los dioses buscarse a gente más exquisita) Sí, yo creo que los hombres sabemos gobernarnos sin dioses y, sobre todo, sin iluminados que justifiquen cosas como las de ayer en Bombay...

...y dicho esto me quedo en la gloria.

Sé que no todos los musulmanes son como estos malnacidos; sé que todos los católicos no son como Rouco o Cañizares... También sé que los hombres no necesitamos de religiones para sacar lo peor de nosotros mismos, que ya tenemos suficientes ideologías y patrias para matarnos a gusto. Y reconozco también que la guerra mundial contra el terrorismo de origen islámico no es tan sencilla de explicar; sé que es un asunto poliédrico y que ese terrorismo tiene que ser inevitablemente una consecuencia derivada de abusos anteriores... porque toda consecuencia tiene una causa previa. De eso, y de algunas cosas más se podría hablar, pero hoy me apetecía explayarme contra las religiones. Os dejo otra joya que demuestra qué tipo de civilización aflora cuando la religion, en este caso la islámica, sale de los templos... (hoy no le toca a la de Rouco)

En Iran: Condenado a recibir 20 gotas de ácido en los ojos por cegar a una mujer que lo rechazó

(Hoy también tengo ganas de blasfemar en alto y rotundo... pero creo que las normas de esta Comunidad no lo verían con buenos ojos. Así que me las trago)

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