lunes, 11 de agosto de 2008

Crónicas de un currante en agosto (I)


- ¡No me lo explico! - escuché a mi compi protestar desde la cocina - ¡No paro de poner la lavadora y el cesto sigue lleno de ropa! ¡¡Es que no me lo explico!! ¿Lo entiendes? ¡No me lo explico!

- Es que tú lo quieres explicar todo, hija mía -le dije sin levantar la vista del ordenador-, como Einstein... y, cariño, este no es el caso, precisamente.

...lleva tres horas que no me habla. Eso me pasa por hacerme el gracioso. ¡Joder-joder con la caló.



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