viernes, 18 de enero de 2008

¡Ave, María!

Hace ya muchos años, cuando leí aquello me quedé asombrado —y no cuento en qué sentido porque me da vergüenza—. Porque, por lo visto, mientras en Europa, Newton formulaba la Teoría de la Gravitación Universal, se comenzaba a observar el universo y se desarrollaban la óptica, las series infinitas y las integrales, etc., etc., etc… en los foros académicos españoles se discutía sobre el número aproximado de ángeles que cabían en la punta de un alfiler. ¡Mecachis!, ¡donde he ido a nacer!, me dije.

Isaac Newton nunca imaginó la cantidad de ángeles que podrían caber
en la punta de un alfiler!!

Claro, así se entienden las cosas… aquí, desde los Reyes Católicos, siempre se ha sido más papista que el Papa, y se han empeñado utilizar la defensa de tal fe —la de nuestros reyes y Papas— para justificar alianzas políticas, guerras y cualquier interés terrenal inconfesable… y por supuesto, ha sido la excusa para masacrar indios y construir un imperio con pies de barro. De hecho, hasta no hace nada éramos, motu proprio, sin que nadie nos lo pidiera, Martillo de Herejes y Reserva Espiritual de Occidente… cosa que sonaba a que éramos tan importantes como incomprendidos. ¡Así nos ha ido!

O sea, en el XVII, mientras Newton meditaba sobre la gravitación, aquí contábamos ángeles… Afortunadamente en el XXI español nadie debería preocuparse de ese tema porque es enorme variedad de líneas de investigación científica que se siguen en todos los departamentos de todas las facultades de todas las universidades de España… si nos pusiéramos a mirar los nombres de las tesis doctorales nos asombraría la de cosas extrañas que a la gente le da por estudiar.

Sin embargo, me van a permitir ustedes que me sorprenda de nuevo —¡tiene que habergente pa tó!—: un señor, franciscano él y doctor de la Universidad de Murcia, acaba de publicar una investigación (leedlo, no os lo perdáis) para demostrar que la frase “Dios te salve, María” casi incurre en herejía porque cuestiona el dogma de la Inmaculada Concepción y supone que María debe ser salvada cuando, en realidad, fue concebida directamente sin pecado…

¡... y a Rouco le parece bien! De hecho no se opondría a modificar la entradilla de la oración: “Dios te salve, María, llena eres de gracia…” por algo más moderno y coloquial como: “¡Hola, María! llena eres de gracia…”

…enga, ya, hombre!! ¿Quién dijo que Rouco era carca?



No hay comentarios: