martes, 6 de noviembre de 2007

Se nos van...

Servidor apenas sufre el “Síndrome del Nido Vacío”. O sea, esa especie de tristeza que inunda el hogar cuando se nos van los hijos y la casa se queda silenciosa; con el frigo vacío y sin prisas por llenarlo; sin necesidad de cocinar porque la compi y servidor nos apañamos con cualquier cosilla; sin ropa que lavar... casi sin compromisos que cumplir. Esa depre, consecuencia del Síndrome del Nido Vacío, ya digo que la sufro muy de vez en cuando.

Alejandro y Álvaro

En su lugar, cuando se marchan, lo que siento es un orgullo estupendo. Alejandro, el de la izquierda estudia en Sevilla y a Álvaro, el de la derecha, ya trabaja en Granada.

La noche que les hice esta foto, Álvaro nos invitó a cenar con su primer sueldo. Era el 3 de Noviembre de 2007... me pedí unos gnoccis con queso de no_sé_qué, mi compi se pidió una lasagna de verduras, y ellos sendas pizzas. Sirva esta foto para recordar el buen momento y, como vengo repitiendo desde hace un tiempo, para compartirlo con el universo. Porque si no compartimos los sentimientos -o cualquier cosa- de poco valen.

Inevitablemente se nos van, y es un orgullo verlos navegar con sus propias velas. ¡Están guapos los puñeteros!, ¿verdad? ... ¿O es pasión de padre?



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