miércoles, 17 de octubre de 2007

Símbolos franquistas

SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE voy a estar de acuerdo con los que piensan que podríamos dejar en su sitio algunos símbolos franquistas. Porque si es así, las nuevas generaciones tendrían en las calles y plazas de España los restos de un régimen político que negaba todas las libertades políticas; que obligaba a los ciudadanos a adoptar muchos comportamientos; que prohibía a catalanes, vascos y gallegos enseñar la lengua de sus padres; que reprimió toda contestación con juicios sumarísimos; que ejecutaba a los opositores; que tenía tribunales especiales para los delitos políticos; que era permisivo con la tortura, cuando no la ejercía impunemente; que no permitía la libertad de prensa; que no admitía a homosexuales ni masones... y un largo etc. Y que además tenía las bendiciones de la iglesia católica, apostólica y romana. Y ¿quien sabe? a lo mejor la contradicción es más ostentosa así, dejando algunas de estas perlas por las calles.

Monumento del Llano Amarillo, Ceuta. Ya ni siquiera es un recuerdo a los "gloriosos" sublevados contra la república...

Servidor cree que si dejamos de ver estos símbolos (estatuas, monumentos, nombres de calles y plazas…), más riesgo corremos de olvidar la propia historia. Me parece que es más ejemplarizante enseñar in situ lo hortera que eran haciendo estatuas que eliminarlas. Perder la imagen física en las calles supondría en parte perder de vista lo que significó ese régimen… aunque algunos, como Jaime Mayor Oreja, el que fuera ministro del interior en la aznarquía, diga que “…muchos vivieron muy apaciblemente bajo el franquismo”... serían los de su estirpe, claro.

En la entrada a Auschwitz se leía: "El trabajo os hará libres".
No podemos perder este ejemplo de infamia

No se han destruido símbolos similares —salvando alguna diferencia de grado— como Mathausen, Auschwitz o Dachau porque, efectivamente, para recordar el holocausto del pueblo judío es mejor mantener una visión física del horror, y hacer de ella una lectura didáctica. Pues algo así podríamos hacer con los simbolitos franquistas... estoy de acuerdo con Yolanda Bel (consejera de Medio Ambiente y portavoz del Gobierno de Ceuta) respecto a dejar en pie símbolos franquistas… la historia es (debería ser) inamovible; y la historia de la ciudad de Ceuta, queramos o no, nos guste o no, estuvo impregnada del franquismo inicial.

Pero, eso sí, con la condición de añadir junto a cada uno de los monumentos la explicación pertinente que ilustre las andanzas del fulanito de turno… y junto a una estatua ecuestre, por ejemplo, de Millán Astray, fundador de la legión y entusiasta guerrero contra la legalidad de la II República, explicar la mediocridad y la oligofrenia del personajillo que inventó el grito de¡Viva la muerte!

(Sería la tuya, figura, sería la tuya)



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