viernes, 28 de septiembre de 2007

La trompa perezosa

El médico le dijo a mi compi de la vida que tenía una trompa perezosa… y como mi compipusiera una cara de extrañeza, se explicó un poco mejor. O sea, no es que la chiquilla estuviese trompa, porque mi compi no suele beber sin mi permiso (*). El galeno tampoco hacía referencia a la trompa de Falopio porque la consulta no era para cuestiones de fertilidad, que una ya tiene cubiertas las obligaciones para con la especie (dos hijos mozos). NO, el doctor se estaba refiriendo a la trompa de Eustaquio… esa que comunica oídos y garganta…

— …que tiene usted mucha mucosidad en la garganta y no compensa usted —le explicaba el hombre de la bata blanca— Usted lo que tiene que hacer es arrastrar para que las trompas se abran y se equilibre la presión en los oídos. ¿Usted arrastra?

— ¿Arrastrar? ¿Pero, qué tengo que arrastrar? — La cara de mi compi debió ser elocuente, entre que no oía lo que se dice con claridad y que el médico no terminaba de hablar claro… Entonces fue cuando el médico apeó el tratamiento y se avino a explicarse con cristalina claridad:

— Joé, chiquilla, que tienes que sacarte un lapo de la garganta azín de grande, y tirarlo lo más lejos que puedas… ¿Ya? Pos eso, que hay que explicártelo todo...

Pero la chiquilla dice que ella no sabe como se hace eso, que ella jamás ha recuperado unlapo de la garganta profunda, jamás lo ha preparado entre lengua y paladar, y jamás lo ha lanzado con fuerza y precisión… ¡Así es de rara la niña!

…pero después, hay veces que me pregunta con retranca (por ejemplo) que quien eraTambor, y si servidor pone cara de no saber nada, va y me dice como perdonándome la vida:

— Lo que te pasa, Nene, es que tú no has tenido infancia.

¡Pos anda que ella… que no sabe ni lanzar un lapo!


Lapo (gargajo): Flema casi coagulada que se expele de la garganta.
Tambor: Un conejo, amigo de Bambi…
(*) Esto de que ella solo bebe con mi permiso es una broma machista; la realidad no tiene nada que ver, ella bebe si le da la gana… no vayamos a tener ahora una bronca por culpa de una licencia literaria.



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