Sobre las peripecias de Alex y Yoli,
cooperantes en la Comunidad Inti Wara Yassi, selva amazónica de Cochabamba.
Episodios anteriores: 1 – De Viru-Viru a Campo
Machía / 2 - La imprudencia de
Luisito / 3 –Yoli Potter / 4
– Cebo humano / 5
– Hércules, Cremosito
y el carachupa / 6 – Río Paracti / 7
– El pequeño tamandúa
no tuvo nombre / 8 – Una hija de puta
llamada Paraponera Clavata / 9
- La selva huele a
libertad 10 – Cuando llegan las lluvias
Han perdido peso.
Los dos. Dicho de otra forma, están en los huesos. Nadie dijo que fuera fácil
lo que emprendían. Mucho trabajo y duro, una comida muy diferente a la que acostumbran
y, para colmo, poco variada. Acaba uno cansado de la misma dieta. Nos pasa a
todos y en todos los lugares… yo recuerdo que en Milán, después de pasar una
semana por Italia a base de pasta —o sea: hastiados de pasta— nos metimos en un
Burger King a saborear una hamburguesa. ¡Ya sé que es una vulgaridad, pero lo
hicimos!
Yoli se sujeta
los pantalones con un trozo de liana. Alex se repone de una salmonelosis
con un caldito de pollo.
con un caldito de pollo.
Dicen que allí
comen más verduras, legumbres y frutas que proteínas. La verdad es que tiene su
encanto cambiar de dieta… les gusta, por lo visto, las ensaladas de fruta
(tienen un mango justo en la puerta de su casita). Pero, seamos realistas,
acaba uno echando de menos los ibéricos y las tortillitas de camarones. Vivir
en Mérida o en San Fernando (Cádiz) proporciona esas querencias.
A Yoli ya no le
sirven los cinturones… se ata los pantalones con una liana. Alex ha tenido
varios brotes de gastroenteritis y una salmonelosis —fueraparte la picadura de la hormiga
bala y el desgarro de la oreja— que lo han dejado chupao-chupao. Suerte que
cuando los vecinos de la aldea Villa Tunari llevan a sus perros a la clínica de
Parque Machía, suelen pagar con yuca… y eso que aportan a la dieta.
Yoli, entre Fer y
Lani, con la yuca con que le han pagado una faena a un perro.
Dicen que cuando
tienen el día libre emprenden la operación
engorde (o eso dicen para tranquilizar al personal)… y es cuando aprovechan
para comer hasta reventar.
Ensalada de
frutas en el mercadito de Villa Tunari
A Yoli, más
vegetariana cada día, le gusta el suribí,
un pescado de agua dulce (especie de pez gato) muy común en los ríos de América Latina. Dice Alex que está delicioso y se prepara muy fácilmente… se corta en
trozos como de cinco centímetros, se lava, se escurre y se sazona con pimienta, ajo picadito,
sal y limón. Se deja reposar un ratito para que penetren los sabores. Se reboza
en una mezcla de harinas de maíz y de trigo, y un poco de sal, y se fríe en abundante
aceite caliente. Ya está…
Preparándose para dar cuenta de un suculento plato. A la derecha, el
mango que crece en la puerta de su casita. Por fruta no será…
A Alex le va mejor la
salchipapa, el silpancho o el pique macho…
El silpancho tiene una historia curiosa.
Hace cincuenta años vivía en Cochabamba un señor que vendía buena carne de buey
en forma de enormes filetes. Se llamaba Pancho el hombre, y era muy conocido en
la ciudad. Pero sobrevino una crisis y comenzó a escasear la carne, así que decidió
vender filetes más pequeños, pero machacados con un mazo para extenderlos hasta
el tamaño de los viejos filetes. En la lengua quechua, machacar se dice silpa, y la gente mandaba a los niños a
por la silpa (el machacado) de Pancho, de ahí acabó llamándose silpancho a un plato de carne picada,
salpimentada, con comino (yo le pondría especie moruna en su lugar) y pan
rallado. Todo eso se mezcla bien (yo le añadiría un huevo), se hacen tortas finas
con esa masa de carne y pan, del tamaño del plato, y se fríen en abundante
aceite. Luego se colocan sobre una cama de patatas, primero cocidas y después
fritas, sazonadas con sal y pimienta. Un par de huevos fritos completan la cosa…
Alex en plena operación engorde, con una hamburguesa común y un plato de
salchipapas.
La salchipapa es un plato muy sencillo. Se fríen
patatas. Se trocean y se fríen salchichas. Cuando están fritas se añaden al
plato de las patatas, se espolvorea por encima queso rallado para que se funda
con el calor. Y se añade salsa de tomate y mayonesa… Ya está.
Los del pique macho es otra cosa. Para esto hay
que freír trozos de carne y salchichas en una sartén. Cuando están dorados se
les añade vino tinto y soja, y se espesa con maicena desleída en vino tinto.
Esa carne se añade a una cama de patatas fritas, y sobre todo ello, se añade
una ensalada de cebolla roja, tomate y un pimiento jalapeño, sazonada con sal y
aceite de oliva. Listo… lo que pasa es que por aquí no se ven jalapeños.
De todos modos… donde se ponga un tortillómetro de patatas y cebollas…
1 comentario:
Bueno está,delgaditos y espatulas se les ve pero ya llegaran las remesas de los sabores de su tierra.Que sigan felices y absorviendo todo lo bueno que están viviendo.Besitos.
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