lunes, 1 de abril de 2013

Crónicas de jubilación: De paseo por la Isla


Debe ser poniente, pero el viento se encaja entre las callejuelas y me llega que parece del norte. No sólo por la dirección, también por lo fresco… Me revuelve los pelos y deja mis orejas al viento. Siempre me ha gustado recibir el viento en las orejas, la verdad. Mi padre solía decir –señalando nuestros notables apéndices- que éramos gente de buena casta. Lo decía en broma, pero yo sufrí mucho de pequeño con ese asunto… que los niños con las orejas grandotas somos una diana fácil para los demás. No sé… por lo menos me quedan pelos y eso amortigua la dimensión de las orejas, incluso hoy día.

Hay una tertulia en la radio local. Son contertulios de la calle, gente de a pie que me cae bien. Dan vueltas y vueltas sobre los síntomas visibles de la crisis… pero no acaban de identificar al enemigo. Me frustra un poco porque uno de ellos dice que habría que esperar los cuatro años a ver si el gobierno consigue mejorar las cosas… Todavía no se ha enterado que esta crisis no es una cuestión de partidos. ¡Madre mía, este hombre vive en las nubes! Pero, mira, al menos debaten en libertad…

La tarjeta de débito no sirve para sacar dinero en el cajero. ¡Escalofrío! No veas lo que tiene que ser haber sido estafado con las preferentes y quedarte sin los ahorros de toda una vida. Pues así, miles de engañados. Me guardo la tarjeta. Al fin y al cabo, para un café tengo… y como es lunes, no hay churros. Eso que me ahorro.

Están desmontando los palcos de Semana Santa… por lo menos estos trabajadores están en lo suyo, trabajando. Me encantaría preguntarles cuántas horas trabajan, cuánto cobran, hasta cuándo van a trabajar y cuál será el finiquito y el paro… Pero no lo hago.

No me lo puedo creer, mi farmacéutica dice que no hay Vivotif (la vacuna contra el tifus) en toda España. ¿Y ahora qué hago? No es para servidor, es para una de las víctimas de la crisis que han generado los mongo-liberales que nos gobiernan. El joven científico se tiene que ir de su patria. Se va a Costa Rica a cuidar tortugas marinas… Ojala no pille el tifus. Porque como lo pille y le pase algo malo por culpa de que en España no hay Vivotif, saco el kalashnikov del armario y mato algo o alguien, me da igual.

Nos estamos quedando sin jóvenes. Esa es la verdadera catástrofe.


6 comentarios:

paula dijo...

Si Miguel Angel nos estamos qyedando sin ellos,y España sin jovenes,es, como que no suena.Nos quedamos abandonados, como los pueblos esos perdidos en cualquier monte, sierra...que nadie ha querido, o ha podido vivir.Sin las risas , las gamberradas, la envidiada libertad, tan cacareada.La vida se paraliza en torno a nosotros, como bien dices,los menos jóvenes.Los ancianos tienen suerte...suelen querer silencio.Pero nuestras casas, calles, " discotecas"(lo nuestro, de los menos jóvenes) se van poniendo grises y feas sin ellos.

Miguel Ángel López Moreno dijo...

...y al final,la tristeza más grande, Paula. Un cordial saludo.

paula dijo...

Se me fue tó...

paula dijo...

mE ENCANTA HABERTE ENCONTRASO EN ESTE SITIO..COTILLEARÉ MÁS DE UNA VEZ..

paula dijo...

gRACIAS.

Miguel Ángel López Moreno dijo...

Je, je, je... Un abrazo, Paula.