miércoles, 13 de marzo de 2013

¡Habemus Papam!

Una alfombra sin ácaros que la separa del suelo frío. Un par de juguetes esparcidos a su alcance. El bienestar después del baño al atardecer. La crema que suaviza la piel joven. La sonrisa de su padre. La explosión de júbilo cuando su madre llega más tarde…
¿Qué importa que haya Papa? Lo interesante es el juego de luces y sombras de la pantalla. Lo importante es presentir a su padre ahí detrás, trasteando las hojas de su Tesis. Lo que espera es ver a su madre desgranar noticias en esa pantalla. ¡De momento es feliz con las cosas realmente importantes!
Ya habrá tiempo de enseñarle la realidad de otros millones de niños, y la causa…


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