martes, 27 de noviembre de 2012

Ceuta NO ES crisol de culturas

Precisamente en esos días Gaza estaba siendo masacrada otra vez por el poder militar de los vecinos. Y los palestinos de Hamás lanzaban misiles como alfileres contra Israel… y da igual quien haya empezado esta masacre, siempre pierden los débiles. Siempre. Pues precisamente por esos días, decía, conocí la Fundación Ceuta Crisol de Culturas 2015. ¡Qué bien irían allí iniciativas como esta! —pensé—. Me invitaron a la presentación de la cosa en el salón de plenos de Ayuntamiento de Cádiz…

Ceuta, 1960. Bajos del mercado. (Col. F. S. Montoya)

…bueno, y uno piensa que tal vez ahora —con esta fundación empujando— vamos a intentar un acercamiento real entre los ceutíes de los cuatro credos (cristianos, hindúes, judíos y musulmanes) ¿Seremos capaces de estrechar lazos y acrisolarnos de una forma u otra? Eso es lo que sugiere el nombre de esta fundación: acercamiento. Y no estaría nada mal, seríamos un pueblo realmente singular.

Es decir, uno quiere pensar que con esta iniciativa vamos a reconocer las cosas como son: que en Ceuta nunca hemos convivido las cuatro culturas y que a lo sumo hemos coexistido con fortuna —y el matiz es fundamentalísimo para el futuro de la ciudad—. Es decir, uno quiere pensar que se va a reconocer implícitamente que Ceuta nunca ha sido un crisol de culturas porque cada una de ellas se ha mantenido prácticamente impermeable a las demás. Nunca se ha dado un sincretismo sociológico en Ceuta, especialmente entre cristianos y musulmanes, y la población de origen peninsular siempre se ha considerado a sí misma por encima de las demás… y, en todo caso, lo único que las iguala es una posición económica saneada.

Nadie me ha contado esto. Lo he visto y lo he vivido. Todos lo sabemos. Y también sabemos que los gobernantes y los hagiógrafos ceutíes asumen que la pretendida convivencia entre culturas es algo incontestable, y que tal cosa es nuestra seña de identidad. Yo no lo creo.

Iluso de mí. La Fundación Ceuta Crisol de Culturas 2015 no pretende tender lazos para una convivencia real, pretende conmemorar el seiscientos aniversario de la conquista de Ceuta por una armada portuguesa, en agosto de 1415… y con ello la entrada de Ceuta en la modernidad temprana. Así se dice. Sólo es un asunto de promoción turística y cultural, como los múltiples bicentenarios relacionados con la Constitución de 1812. No pretende tender puentes entre culturas porque implícitamente conmemora la derrota de una parte. Y este punto de partida es disgregador y es un fiasco a la idea integradora que sugiere el nombre —se entiende que los ceutíes musulmanes no se sientan concernidos con esta Fundación—. Fue decepcionante comprobar esto, la verdad…

Tuve la clara sensación de que la historia anterior a 1415 no solo no existe, sino que es silenciada por inoportuna; que los anteriores dominadores de Ceuta no son importantes. Ni en las charlas que oí en el ayuntamiento de Cádiz, ni en el video promocional que se proyectó, se hicieron referencias a las culturas judía, hindú y, mucho menos, a la islámica. Romanos, árabes, almohades, almorávides y meriníes pasaron por allí, pero los musulmanes, como tales, no existen. ¡Asombroso, oiga!

Posiblemente no fui el único decepcionado, pero lo correcto en ese acto era callar y aplaudir cortésmente cada una de las intervenciones. Fue como ver pasar al rey y admirar en silencio la tela invisible de su traje


En su caso, véase “El traje nuevo del Emperador”. Hans Christian Andersen



No hay comentarios: