jueves, 24 de noviembre de 2011

Esto va a ser que vamos p’atrás, como los neutrinos

Año del Señor de 1967.- Por ese tiempo —si me salen las cuentas, cuarenta y cuatro años atrás—, Mike Kogel, un joven alemán, rubio, bien parecido y con una voz un tanto chillona, que fuera vocalista de Los Bravos y más tarde se llamaría Mike Kennedy, cantaba que los chicos debían estar con las chicas porque, entre otras cosas, decía que “…la edad de piedra ya pasó”. De todos modos, no vayamos a creer cosas que no son, los chicos y las chicas debían estar juntos, simplemente para cantar, bailar y ser felices (¡nada de sexo!) Incluso hubo una película con ese título “Los chicos con las chicas”. Ya sabéis, un colegio de señoritas castas y modositas en una eterna fiesta de pijamas, asediado por chicos pelín atrevidos, que sólo aspiraban a darles un besito en las virginales mejillas…



Año del Señor de 2011.- Asturias. Álvarez Casos —ex ministro de Aznar, imagen dobermaniana de la derecha patria, cabeza visible del PP y finalmente relegado y agraviado por los dirigentes de su partido de toda la vida, “…pos ahora monto mi propio chiringuito (Foro por Asturias) y os vais a chinchar”—. Digo que el señor Cascos, presidente del Principado, acaba de dar su visto bueno para que los chicos y las chicas sean segregados nuevamente. Esta vez en las aulas de colegios privados subvencionados con dinero público. Estamos hablando de colegios del Opus Dei, por supuesto… colegios profunda y esencialmente ideologizados; defensores a ultranza de los intereses de la derecha más rancia y de los valores carca-católicos; luchadores afanosos en pro de su rabiosa independencia; educadores de los cachorros de las élites oligárquicas que serán los cuadros dirigentes de la futura élite de siempre, ricos por familia, que seguirán gobernando en la sombra para mantener sus privilegios… Obra de Dios, que pese a todo lo anterior, no le hace ascos a recibir dinero público para que paguemos sus gastos. ¡Con un par, sí señor!



Perdonen ustedes la acritud, pero para permitir esta agresión, una de dos, o se es parte de esta élite, o se es imbécil profundo. Aceptar sin más la segregación de género en las aulas supone mandar al caraxo el 14 de la Constitución. Ese que decía que los españoles no pueden ser discriminados por razón de sexo… Pero supone más. Supone mucho más. Supone que hay jueces en sintonía con este poder y que trabajan para perpetuarlo; supone que hay representantes políticos que favorecen el mantenimiento de este status… supone que la Obra de Dios (Opus Dei y la oligarquía del dinero) adoctrina a sus cachorros y los coloca en lugares de privilegio para que devuelvan los favores y autoperpetuar así la situación. Supone una corrupción de la democracia… otra.


…no sé, va a resultar que los nietos y nietas del señor Mike Kennedy se van a encontrar con los mismos anhelos ñoños que su abuelito. ¡Vaya país de trogloditas, y de tontos que lo consentimos!


La derecha, en connivencia con estos poderes ocultos, es lo que tiene, que nos lleva a otro siglo…

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