viernes, 8 de julio de 2011

Antropología cristiana / Carta a un homosexual

Estamos locos. De verdad. Por lo visto, el obispo de Getafe piensa que uno de sus curas, el llamado Andrés García Torres, párroco en Fuenlabrada, es homosexual —al parecer le han pasado al señor obispo una foto del cura con un seminarista cubano en el santuario de Fátima, torsos desnudos y agarrados por el hombro—. En consecuencia le ha ordenado cerrar la parroquia, entregar las llaves y seguir una terapia "conforme a los postulados de la antropología cristiana" para curarse la supuesta homosexualidad.

¡Dios mío! Ha sido leer lo de antropología cristiana y me he dicho: ¡Ay, Milancito, que ignorante eres; la que te estás perdiendo! Os paso un enlace para los interesados en conocer la apoteosis del raciocinio humano: Los postulados de la Antropología Cristiana. Y dejo a criterio de cada cual lo que sea menester decir y/o pensar.

Pero, de todos modos, está equivocado el señor obispo. Está muy equivocado con el señor párroco de Fuenlabrada. Este cura no necesita curarse la homosexualidad con terapias psiquiátricas ajustadas a los cánones de la mejor antropología cristiana (¡qué me ha gustado el término, oye!) porque tiene sus propios métodos. Hay una carta de don Andrés —el cura que tuvo calor en el santuario de Fátima—, publicada en autorescatolicos.org, que lo demuestra diáfanamente: es un sacerdote con método; y es un sacerdote cabal, es decir, un justito intelectual, lo mismo que su obispo (...lo mismo que servidor de ustedes)

Copio y pego el texto del cura. ¡Esto es antropología y a tí te encontré en la consulta de un dentista! Y no digo nada más.

Carta a un homosexual
Autor: Padre Andrés García Torres
En estos días en España, desde donde te escribo, y en el mundo, se está hablando mucho del tema que a ti tanto te preocupa: la homosexualidad.

Tú desde hace tiempo sientes atracción hacia las personas de tu mismo sexo. Eso te hace sentirte raro y distinto ante los demás. Seguramente que has luchado para salir, pero al final no has podido.

Yo con este escrito quiero darte ánimos para que sigas luchando y consigas salir de esa situación.

En primer lugar te invito a que no te dejes llevar por el ambiente o la moda que hoy te quieren hacer ver que esa situación tuya es normal. No es una situación normal ya que el cuerpo del hombre y de la mujer están hechos para realizar la unión sexual los dos sexos opuestos y no los dos del mismo sexo. Los órganos genitales y otros órganos son diferentes y complementarios del hombre a la mujer y viceversa.

En segundo lugar te animo a que si vas a un Psicólogo para que te ayude, no vayas a uno que te pervierta, es decir, que te diga que eso es normal, incluso que te anime a que practiques relaciones homosexuales e incluso te lleve a lugares de “ambiente”.

Esto producirá en ti una tendencia terriblemente viciosa, te creará un hábito y los hábitos crean costumbre y la costumbre una segunda naturaleza que te hará esclavo del sexo.

Al principio puede que tengas experiencias esporádicas. Esto te dejará “hecho polvo” ya que nunca descubrirás amor, si esto es lo que buscas. Verás sólo placer, morbo y en el fondo encontrarás una gran insatisfacción que te irá llevando a un pozo sin fondo y a una depresión terrible. Cada vez querrás tener nuevas experiencias y esto te creará una obsesión viciosa terrible.

En el caso de que encuentres una pareja estable. Pasados los primeros momentos, la rutina y vuestra convivencia que psicológicamente os está destrozando, ya que no es natural un “matrimonio” de dos personas del mismo sexo; os irá llevando hacia una rutina terrible, una desconfianza mutua. De hecho las parejas homosexuales son muy celosas, terriblemente celosas...

Y esto mismo, si no es otro u otra que a tu pareja o a ti, se os cruce en el camino, hará que vuestra relación se rompa. Entonces la parte que se queda sola entrará en una profunda depresión que le llevará al intento o deseo de suicidio…

Y al final, si el SIDA, no te ha matado y te haces viejo, encontrarás un vacío existencial terrible, un sin sentido a la vida, una nausea que no te dejará vivir.

Frente a la presión sociológica, ambiental, etc., que te invita a “salir del armario” y vivir como Gay yo te invito a que luches para intentar ver las causas de tu tendencia: pudo ser una violación o abuso que sentiste de pequeño, una madre que te dominó en exceso, una desviación que sentiste en tu adolescencia y que no fue corregida, una experiencia negativa sexual que tuviste, etc.

Lucha e intenta salir de este mundo...

Busca una buena amistad con una muchacha, a la que sí te pido que no engañes y cuando tengas mucha confianza con ella se lo dices y tal vez te pueda ayudar.

Tal vez si descubres el amor limpio y puro todo cambie...

Si eres creyente te invito a que acudas a Dios, frecuenta los Sacramentos, la devoción a la Virgen, busca un buen confesor que te conozca pero con el que no tengas mucha relación fuera de su ministerio, y sobre todo huye de las ocasiones.

Haz oración ante el Santísimo Sacramento y pídele que te sane de tu enfermedad.

Si esto haces vivirás feliz y esto será para ti una prueba que te llevará al Cielo.

Lo otro hará de tu vida un infierno. Y no te engañes ni engañes a nadie diciendo que en ese mundo de los Gays eres feliz, sabes que es todo lo contrario.

Tu amigo.

Andrés García Torres P.B.

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