jueves, 26 de mayo de 2011

Razones para la indignación

25 Mayo 2011 - 20:00 h.
Al atardecer, con viento flojo de levante, los indignados de la Isla de León han tomado el Parque de los Patos…

…entiéndase que esta cabecera sólo es una parodia de aquel parte de guerra que leyó Trillo, el comandante jurídico cartagenero que fue Ministro de Defensa cuando lo de Perejil. Aquel fue un parte de guerra inolvidable (por lo patético); este otro es una exageración, sólo intenta llamar la atención sobre lo que hicieron ayer un grupo de indignados civilizados en la vieja Isla de León. Perdón si les he confundido.

Los observo desde lejos. Son pocos, apenas llegan a veinticinco —convocados con un solo twit (#DRYsanfernando) en dos días—, y son jóvenes… la verdad es que, camino ya de los cincuenta y nueve años, todos me parecen jóvenes. Sólo he venido a sacar fotos y dudo un buen rato si debo acercarme al grupo. Este movimiento de indignación —aunque propiciado por Hessel, un viejo luchador de 90 años— es cosa de jóvenes y, seguramente, mi indignación no se justifica de la misma forma que la de ellos… no sé. También tengo la sensación de que esto ya lo he vivido hace ahora justamente cuarenta años. (¡No puede ser… cuarenta años!)

Procuro ir de oyente, pasar desapercibido. Parece que no se conocen y nadie toma la iniciativa claramente. Se adivina que muchos callan más de lo que dicen. Tantean el terreno ideológico del otro con delicadeza. Nadie quiere molestar. Parece que les cueste enseñar las cartas… pero les une (nos une) la indignación. Me parece que, en el fondo, están (estamos) desorientados, que no reconocemos el país en el que vivimos. Cada uno por sus razones; no sé si las mismas.

Un veterano de mi quinta les habla de su experiencia y entonces abandono mi condición de oyente y acabo explicando atropelladamente el motivo de mi indignación… les digo que en la base de toda esta indignación está la sensación de que el Estado, que debería amparar la seguridad de los ciudadanos, nos ha abandonado a nuestra suerte. Les digo —más o menos— que hemos estado votando democráticamente a unos gobiernos que nos han metido de cabeza en la situación actual… y que eso ha ocurrido con nuestro conocimiento implícito. Que luchar contra Franco era facilísimo, pero luchar contra la progresión sibilina del neoliberalismo (esa palabra no la cito) no es fácil porque muchos —deslumbrados por la bonanza— no hemos sido conscientes de sus consecuencias. Que da igual a quien votemos, porque todos los gobiernos que salgan harán la misma política económica neoliberal, la que dicta la Unión Europea… y si no hubieran hecho eso, ahora estaríamos intervenidos en un Plan de Rescate pordioseando por Europa algún milloncejo de esos que reciben del BCE al 1% y nos lo prestan al 5% (¡mierda de capitalistas, incluyéndonos!)... Creo que también hablé de la tendencia a reducir el Estado a la mínima expresión, a abandonar la presencia pública y privatizar los servicios…

…pero creo que no me expliqué bien. Ahora pienso que debería haber sido algo más concreto y más osado: tenía que haber dicho que la sacrosanta libertad de los mercados (tan respetada y tan intocable) que auspicia el tsunami neoliberal en el mundo, en realidad es solo su libertad absoluta para especular; que a esta gente que gobierna el mundo solo le mueve el beneficio por encima de cualquier cosa… y que la búsqueda del mayor beneficio conduce a la acumulación del capital en pocas manos, y eso se consigue aumentando el paro y la esclavitud del que trabaja. Y más cosas que se han ido desganando a lo largo de este blog… pero no sé si este tipo de indignación es oportuna.

Precisamente hoy, la OCDE, con un descaro que raya en la indecencia insiste “…en su recetario de consejos para la economía española: reducir los costes de despido en los contratos estables y que se flexibilice la negociación colectiva…”

O sea, para salir de la crisis no se les ocurre otra cosa que despedir más y mejor. Repartir las pérdidas, no, pordios. Que los Estados intervengan para un reparto justo de los gigantescos beneficios de las grandes corporaciones, tampoco (qué estás diciendo, pisha)… Más neoliberalismo, más capitalismo inhumano. Después de leer esto, hoy NO ESTOY INDIGNADO, hoy echo chispas… y no blasfemo en mayúsculas por respeto al código de este sitio.

Que sepáis que los indignados de San Fernando (Cádiz) se reunirán en asamblea los domingos, a las 20:00h en el Foro del Parque de los Patos. Que si estás indignado por la causa que sea, otros también lo están. Que no hace falta que hables, tu presencia es suficiente. Que hay un perfil en facebook (Democracia Real ¡Ya! San Fernando / Cádiz) y una etiqueta en twitter (#DRYsanfernando) para seguir las cosas. Y que todo esto se engarza en el movimiento que surge de Democracia Real Ya.

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