sábado, 25 de diciembre de 2010

De acuerdo: habéis ganado


Anda el hombre venido a menos perdiendo asideros. Parece como que le quitaran la tierra debajo de los pies y entonces no sabe hacia donde echar los pasos. No sé… parece que la crisis económica (sistémica, o del sistema, le dicen) nos dejara sin referencias.

Han ganado. Ha ganado la riada neoliberal (la Escuela de Chicago, los friedmaníacos, losneocon, Reagan y la Tacher, la aznarquía en España…) Para esta gente el estado sobra. El mercado lo es todo. El bienestar de los ciudadanos del mundo sólo es una posible consecuencia colateral de las libertades del dinero… El bienestar de los ciudadanos puede llegar o puede no llegar, pero no es —en absoluto lo es— lo que mueve las cosas.

Hasta ahora, uno pensaba que el gobierno de los hombres civilizados era un intento de alzarse por encima de la jungla humana para dar oportunidad de sobrevivir a los más desfavorecidos… un intento de superar la ley del más poderoso para llegar a una sociedad más justa. El estado servía para redistribuir con un poquito de equidad la riqueza que se generaba; porque uno, en su ingenuidad, pensaba que nadie puede ser rico sin explotar a otro… o algo así. Pero ya no. Ahora los estados son peleles que bailan al son de los hilos del verdadero poder sin rostro, sin fronteras, sin conciencia y sin ideología.

Las leyes de la física son como las del mercado, que gobiernan el universo de los hombres de forma desapasionada, fría e impersonal. La primera busca la mayor entropía, la segunda, la mayor ganancia… y no hay otra cosa.

Y no me gusta un mundo así. Ya sé que no es un bonito mensaje navideño, ya lo sé, pero, hijo... no me sale otra cosa. Mañana será otro día (supongo)

La imagen es una demostración de que, a pesar de todo, la vida es maravillosa. Playa de Cortadura / Cádiz-San Fernando


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