Obispos tranfulleros

Así decíamos en mi barrio: tranfullero… que venía a ser una mezcla de tramposo y fullero, o sea, un mentiroso que engaña con astucia, con cautela y con arte. Los obispos españoles, al menos los que salen en los telediarios, son talmente tranfulleros porque no se quitan la sotana —en este caso el alzacuellos— para difundir un concreto mensaje político ypedir el voto para la derecha sin renunciar a la ascendencia moral sobre tantos creyentes… Es decir, no renuncian a usar las miles y miles de iglesias del país; con sus miles y miles de misas domingueras (y las de las fiestas de guardar); con sus miles y miles de púlpitos; ocupados por miles y miles de respetados curas de pueblo, que son todo bondad y humanidad —dicho esto último sin sorna—, para influir en el resultado de una votación política. Los obispos tranfulleros saben, y lo dicen en sus foros, que no existe en el país un fenómeno de masas tan masivo y recurrente como sus misas. Ellos movilizan semanalmente a miles y miles de posibles votantes católicos… y los que van a sus misas son receptivos sus mensajes:

“Nosotros hablamos en nombre de Dios; interpretamos su mensaje; distribuimos los sacramentos y perdonamos en SU nombre. Por tanto, exigimos obediencia o condenación eterna”.

Entonces, ¿por qué no confundir un pelín al personal y usar este inmenso poder de coacción hacia nuestros intereses mundanos? …su pena es que cada vez son menos.

Los obispos tranfulleros siguen deseando que nuestro Estado —que ya se organiza, mejor o peor, sobre la voluntad popular de todos— legisle en sintonía con su credo moral… cualsharía, como en Irán, Afganistán y tantos otros países islámicos; despreciando que en este país vivimos gente de moral abierta y tolerante con otras creencias, ¿qué se creen? Y para eso les viene mejor el PP que la izquierda… de momento.

Sí. Son unos vulgares tranfulleros porque esto que vienen haciendo NO ES UNA simple CUESTIÓN DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN / OPINIÓN porque los que opinan_hablan_difunden son los obispos, las mismas personas que por detrás exigen obediencia a cambio de la salvación o castigo eterno... y esto supone la más fantástica y demoledora coacción que han inventado los hombres en toda su historia.

El que tiene en sus manos, y maneja con soltura, semejante arma (la coacción suprema) y, además, tiene convencida de su veracidad a tanta gente, son personas de una indecencia tan infinita como su dios... (me parece)

En la foto, Martínez Camino, secretario de la CEE. Extraída de El País, EFE

Los obispos y el voto. Editorial en El País, 1 Feb 2008