lunes, 10 de diciembre de 2007

Cuestiones balísticas: Paraíso islámico

A veces ella lanza preguntas que me dejan descolocado:

— Bueno… —dice en mitad de cualquier conversación, y se queda pensativa un segundo; es cuando se me congela el gesto y se me tensan las neuronas esperando cualquier cosa; luego continúa—, si en el paraíso musulmán cada mártir que se inmola en la Guerra Santa recibe un montón de huríes para su disfrute carnal… ¿ A LAS MUJERES QUÉ SE LES PROMETE? 
—y me mira directamente, que me recuerda a mi suegro, ¡joder!—. ¿Tíos, o se tienen que volver lesbis en el paraíso? ¿Ser las huríes de los mártires?

— ¡Y yo qué sé, cohone! —le digo sacudiéndome la responsabilidad y sabiendo ya que no es nada personal.

— Pues ¿qué quieres que te diga? —continua—. Yo para eso me quedo en el infierno. Total...


¿Serán estas las sorpresas que evitan que las relaciones se amorcillen?



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