jueves, 11 de octubre de 2007

Día de España

Servidor se emociona cuando ve pasar una formación militar española, o cuando ondea la bandera española en lo alto de un podio deportivo, o cuando simplemente se iza en un mástil bajo los sones del himno nacional –hasta el punto de echar sus lagrimitas, ¡no creáis!-. No es broma, lo digo en serio, si algo me siento es español... ¡pero sin pasarse!

Yo creo que la inmensa mayoría de los andaluces nos sentimos españoles –y conste que servidor nació en Ceuta y quedé sorprendidísimo cuando me dijeron de golpe que no era andaluz, ¡mire usted!- y por más que nos quieran inyectar en vena un creciente sentimiento nacional andaluz no pasa de ser un matiz anecdótico. No cuaja... entre otras cosas porque seguramente para que germine el sentimiento de pertenecer a una nación hace falta muchísimo tiempo (hablamos de siglos); mucha cultura autóctona, si es con lengua propia, mejor; muchas calamidades superadas; y, sobre todo, muchos enemigos comunes que sirvan para fomentar y afianzar las señas de identidad propias. Tal vez por eso los andaluces nos sentimos bastante españoles, igual que los extremeños, leoneses, murcianos, castellanos, manchegos o melillenses, etc. Podremos tener nuestra identidad cultural, pero nos sentimos españoles... Y justamente por eso hay catalanes, vascos o gallegos que se sientes tales antes que españoles... esas cosas ocurren.

FALTA FOTO

Pero ¡me cachis! acabo de oír la perorata de Rajoy llamando a capítulo a todos los españoles de bien, para que celebremos como Dios manda y sin complejos, lo que él llamaDía de la Nación Española. O sea, el 12 de octubre, lo que en tiempos de la dictadura de Franco era el Día de la Raza, o Día de la Hispanidad, y hoy es la Fiesta Nacional Española... o sea, que es fiesta laboral para todo el Estado.

Me ha dado repelús (entiéndase repelús como un temor indefinido o repugnancia que inspira algo) verle y oírle porque me aterra este nacionalismo de ordeno y mando que exige cumplir a todos los españoles de bien. Es un nacionalismo español ¡a la orden de ya!, un nacionalismo por decreto... Bueno, ¿y si uno no lo siente así? Desde luego, una cosa es lo que siente servidor por España y otra muy distinta es lo que enarbola Rajoy: esto último me aterra porque si hay un nacionalismo que no permite otros es el de estos sujetos.

En su discurso, Rajoy deja claro que el que no sienta amor por la nación española, o si lo siente, no lo demuestre, no es un español decente... (¡tan indecente que hasta puede votar a partidos de izquierda!). Y lo lamento porque por su culpa NO quiero que me identifiquen con los que usarán ese día la bandera de España... porque ese día, la bandera roja y gualda será la enseña de los nacionalistas españoles excluyentes; la enarbolarán CONTRA otros españoles que no comulgan con ese nacionalismo por decreto. No me fío de esta gente y no quiero saber lo que hacen con su bandera, si así se sienten felices, pero a treinta o cuarenta metros de servidor. Ese día prefiero tenerlos a distancia.

No. No me gustan los nacionalismos españoles, ni el español, ni el catalán, ni el vasco, ni el gallego... porque de sentirse miembros de una patria a pensar que por ese hecho se merecen más derechos hay sólo un pasito. Y existen muchos idiotas que lo dan... ya hemos visto -entre otros- a Rajoy



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