viernes, 6 de julio de 2007

Mi gente sorprendente: Laurita

Conduce un viejísimo Renault 4-L, de los llamados con toda razón Cuatro Latas; de esos que eran nuevos hace treinta años. Blanco, con numerosos achaques y sonidos, todos ellos controlados y asumidos… por eso, cuando aparece uno nuevo se preocupa... ¿Qué tendrá este coche? —se pregunta—, Desde luego, ¡que buen negocio hizo el que me lo vendió!Pero cuanto más tiempo pasa, más cariño le tiene al viejo coche.

FALTA FOTO


Lo más probable es que viéndola conducir semejante antigualla de 300 euros nadie piense que Laurita pueda tener en su poder el premio al mejor investigador joven de Andalucía 2005 (Junta de Andalucía); o que la Fundación Mapfre le concediera el premio a la Mejor Tesis Doctoral; o que el Premio Extraordinario de Doctorado de la UCA fuera para esta niña. Porque ahí donde la vemos, con lo menuilla que parece, es doctora en Ciencias del Mar y conoce muy bien los biomarcadores de ciertos cangrejos, asunto fundamental para conocer la bondad de las aguas en las que viven. Pero, fueraparte estos premios, la niña ha estado investigando en Plymouth (Inglaterra), Montreal (Canadá) y Florida (EEUU) …aparte de haber participado en congresos por todo el mundo.

Laurita vive con Kike en un precioso apartamento de 45 metros cuadrados en el centro-centro de Cádiz, y siempre que nos vemos me asalta y me corroe las entrañas la misma cuestión… que la extraordinaria brillantez y dedicación de estos jóvenes investigadores, que se las ven y se las desean para salir adelante, saltando de beca en beca, obligados a deambular entre universidad y centro investigador, y viceversa, no está reconocida, ni valorada, ni recompensada...

…y la sublevación / indignación me hace blasfemar cuando veo y oigo doctorar con su miserable opinión a bodrios humanos como Belén Esteban, Aida Nizar y demás PIARA de sujetos mediocres —cuando no deleznables—, en la televisión basura, a hora punta, para convertirse en el rasero de un país.



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