sábado, 31 de marzo de 2007

Sectas

El nombre del sujeto es José Luis de Jesús Miranda, líder boricua afincado en Miami. Es uno de los numerosos telepredicadores que medran por aquellas latitudes difundiendo mensajes derivados del cristianismo. Lo singular de este individuo es que dice ser el mismísimo Cristo encarnado. En consecuencia, a Dios le llama Papi o Papito. Y, como los demás cristianos le dicen que es el anticristo, él y sus seguidores lo tienen asumido y se tatúan los 666 en cualquier parte del cuerpo. (AQUÍ videos en YouTube)

FALTA FOTO
Este sujeto dice que es Jesucristo... y le creen

La secta que lidera se llama Creciendo en Gracia (CEG) y sus seguidores le adoran y le regalan millones de dólares (AQUÍ el video en YouTube) Con ese dinero vive estupendamente. Tiene su propia cadena de televisión vía satélite para difundir sus prédicas y, por supuesto, una web que podéis visitar AQUÍ.


Hacia los altares. Varios cardenales en una misa celebrada por el fin de la primera fase en el proceso de beatificación de Juan Pablo II en la basílica de San Juan de Letrán de Roma. Extraída de http://20minutos.es

Desde el punto de vista de este homo sapiens venido a menos (y supongo que coincidiré con algunos), el individuo es un farsante con una cara dura impresionante porque se aprovecha de la buena fe de muchos. He visto en televisión a sus fieles y el espectáculo es lamentable: le siguen con una fe ciega e inquebrantable.

...la misma fe ciega e inquebrantable con que algunos chiies siguen a sus líderes espirituales, y se autoflagelan y lesionan.

...la misma fe ciega e inquebrantable con que algunos judíos siguen sus reglas inmutables.

...la misma fe ciega e inquebrantable que los sacerdotes mayas usaban para extraer corazones.

...la misma fe ciega e inquebrantable con que algunos católicos siguen al Papa y a sus obispos.

...la misma fe ciega e inquebrantable que algunos nazarenos demuestran en la Semana Santa...

...pues eso, que las creencias en lo indemostrable son detestables cuando salen de los privado y se pretende generalizar. Cada uno debe creer en lo que necesite... pero que no moleste al prójimo con sus neuras.

Pascua. Judíos ultraortodoxos se reúnen junto a una hoguera en Bney Brak, Israel. La gente arroja a las hogueras productos alimenticios de sus casas que tengan algún resto de levadura para celebrar la Pascua judía, el Pésaj, durante la que existe la prohibición de comer pan e ingerir cualquier otro alimento preparado con levadura. Extraída de http://20minutos.es

Los parámetros ideológicos que separan una secta destructiva y una gran religión tradicional sólo son una cuestión de grado. Ambas pueden llegar a ser adocenantes y castradoras... al fin y al cabo tan ridículo es creer que este sujeto sea el Cristo vivo o el Anticristo, como que la madre de Jesucristo sea virgen. No, no hay gran diferencia ideológica. La realidad es que una religión tradicional sólo es una secta que ha conquistado una mayoría de seguidores...

...no deberíamos olvidar –aunque a veces sea difícil- que somos seres racionales. Por eso me cuesta entender que personas racionales y sensatas la mayor parte de su vida, renuncien a la sensatez y al raciocinio cuando participan en los ritos de su religión tradicional... las mismas personas que pueden abominar de las sectas que llamamos destructivas.



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