No puedo permanecer indiferente frente al caso De Juana Chaos. Tengo la sensación de que hemos perdido la batalla y hasta acabo discutiendo con la Bala, mi compi.
Y me pasa eso por partida doble; primero cuando veo la alegría de los vascos indeseables por tener entre ellos al valiente gudari asesino de 25 personas... Y por otro lado, cuando veo a las víctimas llamando terrorista a Zapatero. En ambos casos me siento pez fuera del agua.
En el fondo, la verdad sea dicha –aunque sea vergonzante-, lo que a servidor le habría gustado es que el Estado Español aceptara la decisión del carnicero y dejarle morir, aunque eso significara crear un héroe o un mártir. Pero, por favor, no comparemos ni por asomo a este hipócrita héroe de pacotilla, asesino de 25 personas, con Bobby Sands, aquel miembro del IRA que murió en huelga de hambre en una cárcel británica. En el caso que nos ocupa, el mundo podría vivir perfectamente sin Chaos y sin sus ejemplos vitales.Los humanos es lo que tenemos, la memoria frágil y selectiva... casi ningún hombre es decisivo en la historia, y De Juana Chaos, asesino de 25 personas, seguro que no habría conseguido ser recordado ni aunque se muriese de hambre.
¿Por qué el gobierno atenúa entonces su prisión? ¿Para fastidiar a las víctimas? ¿Para dar carnaza a la aznarquía? ¿Para perder las elecciones? ¿Para hacer un experimento sociológico? ¿Porque son masocas?
Los que saben de estas cosas dicen que los homo sapiens necesitamos simplificar las cosas para medio entenderlas... pero que, en el fondo, son más complejas. Algo de esto debe pasar en este asunto, de forma que De Juana Chaos sólo es una escaramuza en la batalla. Una batalla que se desarrolla en las alcantarillas del Estado, y que los políticos de uno y otro signo conocen y comparten en la sombra... una batalla que discurre en el filo de la navaja, ora en este lado, ora en el otro. Y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra...
Por eso, cuando la aznarquía utiliza el caso De Juana Chaos –y el proceso de Paz- para erosionar al gobierno, y propician que las víctimas llamen terrorista a Zapatero, es juego sucio porque ellos comparten los manejos en las alcantarillas y porque ellos habrían actuado exactamente igual... como de hecho hicieron en la Tregua de 1998.
A lo mejor el gobierno atenúa la prisión a De Juana Chaos porque, siendo una medida legal, discutible y opinable, hay en juego otras cuestiones a más largo plazo... a lo mejor.
Y me pasa eso por partida doble; primero cuando veo la alegría de los vascos indeseables por tener entre ellos al valiente gudari asesino de 25 personas... Y por otro lado, cuando veo a las víctimas llamando terrorista a Zapatero. En ambos casos me siento pez fuera del agua.
En el fondo, la verdad sea dicha –aunque sea vergonzante-, lo que a servidor le habría gustado es que el Estado Español aceptara la decisión del carnicero y dejarle morir, aunque eso significara crear un héroe o un mártir. Pero, por favor, no comparemos ni por asomo a este hipócrita héroe de pacotilla, asesino de 25 personas, con Bobby Sands, aquel miembro del IRA que murió en huelga de hambre en una cárcel británica. En el caso que nos ocupa, el mundo podría vivir perfectamente sin Chaos y sin sus ejemplos vitales.Los humanos es lo que tenemos, la memoria frágil y selectiva... casi ningún hombre es decisivo en la historia, y De Juana Chaos, asesino de 25 personas, seguro que no habría conseguido ser recordado ni aunque se muriese de hambre.
¿Por qué el gobierno atenúa entonces su prisión? ¿Para fastidiar a las víctimas? ¿Para dar carnaza a la aznarquía? ¿Para perder las elecciones? ¿Para hacer un experimento sociológico? ¿Porque son masocas?
Los que saben de estas cosas dicen que los homo sapiens necesitamos simplificar las cosas para medio entenderlas... pero que, en el fondo, son más complejas. Algo de esto debe pasar en este asunto, de forma que De Juana Chaos sólo es una escaramuza en la batalla. Una batalla que se desarrolla en las alcantarillas del Estado, y que los políticos de uno y otro signo conocen y comparten en la sombra... una batalla que discurre en el filo de la navaja, ora en este lado, ora en el otro. Y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra...
Por eso, cuando la aznarquía utiliza el caso De Juana Chaos –y el proceso de Paz- para erosionar al gobierno, y propician que las víctimas llamen terrorista a Zapatero, es juego sucio porque ellos comparten los manejos en las alcantarillas y porque ellos habrían actuado exactamente igual... como de hecho hicieron en la Tregua de 1998.
A lo mejor el gobierno atenúa la prisión a De Juana Chaos porque, siendo una medida legal, discutible y opinable, hay en juego otras cuestiones a más largo plazo... a lo mejor.
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