sábado, 10 de febrero de 2007

La discreción desleal

Hace unos días encontré a mi compañero Dani en el mesón "Cañas y Adobos" de la Isla de León... no es mal sitio para tapear. Dani es un chico de 30 años, ligón hasta que se casó; simpático, con esa alegría chispeante que se da por estos lares del sur, que siempre encuentra una respuesta punzante e inteligente a cualquier cuestión. Es una gozada verle aparecer y compartir el ratito del desayuno con él. A Dani le dicen por donde trabajamos "El Boca"... supongo que será porque la muestra generosamente y se ríe con facilidad.

Me dijo Dani en el mesón, que es cargador de la Hermandad de la Columna de la Isla de Leon, y que alli estaba con sus compañeros de cofradía. Para el que no lo sepa, los cargadores o costaleros son los que se meten debajo del paso para levantarlo y bailarlo en las procesiones de Semana Santa. No es el único cófrade por donde trabajo, también está Paco... que creo que es Hermano Mayor de no sé cual cofradía. Respeto mucho a Paco porque es un profesional muy serio y persona atenta y leal. Conste que los dos son muy discretos y apenas hablan de estos temas... a lo sumo, lo que hace Paco es quemar incienso cuando se acerca su fecha y nos llena la oficina de un sahumerío casi insoporable.

Las pocas veces que me han hablado de cofradías les he escuchado y jamás les he esbozado lo que opino sobre la religión y la Semana Santa... Con ambos me pasa lo mismo. Pienso a veces que si leyeran este blog no podrían creer que el autor es el mismo homo sapiens venido a menos con el que tratan diariamente.

O sea, dudo si esta discreción mía raya con la deslealtad...



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