martes, 16 de enero de 2007

Niños Vi.Jo.

Mi amigo Aquilinín tiene un blog estupendo. Lo he descubierto ayer, pero se lo lleva currando hace ya un tiempo... azín es de discreto. Aquilinín sabe mucho de internet y, aunque nunca se lo he dicho es mi espejo en estas cosas y en otras muchas.

Aquilinín es uno de los niños que en los años 60 correteaban por las calles de Villajovita, ese pequeño barrio de Ceuta, la pequeña ciudad española del norte de África; y dejé de verlo hace casi 40 años. Es uno de los niños que mantienen una parcelita de memoria común con decenas de niños que coincidimos en ese pequeño espacio físico (Villajovita-Ceuta) y ese corto espacio de tiempo (años 60 del siglo XX) Puede parecer extraño, pero esa pequeña parcelita de vida común -que cada uno de nosotros tenía olvidada- ha conseguido algo sorprendente cuando la hemos recuperado.

Ceuta tiene eso, que muchos nos marchamos en una verdadera diáspora. Los caminos de aquellos niños suelen ser derrotas divergentes. La vida crea sus nidos y sus propias querencias al margen de la niñez. El tiempo vivido teje nuevas banderas, genera olvido y a veces uno se cree que los mató el tiempo y la ausencia... pero estábamos equivocados porque sin pensarlo teníamos la misma patria en el corazón. Una patria que son los sabores y los olores, las caras y las carcajadas, las carreras y los besos... los recuerdos comunes que unas viejas fotos en internet han hecho aflorar.

Y ahora esa patria asoma en internet, y se nutre de un cariño que no decrece. Gira en torno a un anillo virtual formado por varias páginas web y blog: Recuerdos de Ceuta; Niños de Villajovita; Citas de Villajovita; Crónicas de Villajovita; Foro de los Niños Vi.Jo. y ahora el blog Cavilaciones y otros Acuitamientos. Puede que estos espacios virtuales conformen una patria común... ¡quien me iba a decir que a mi edad entendería por fin este concepto!

El trabajo, el tiempo y el cariño que Aquilinín pone en esto hace feliz a mucha gente. Y, como él dice a menudo, nos hace crecer.

Gracias, maestro... Te lo digo de verdad, sin ti, esto de la vida cotidiana sería bastante más gris.



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