lunes, 31 de enero de 2011

El Callejón de Canelo

JAVIER


Mi amigo Javier casi pierde una pierna y la vida. La señora conducía su 4 x 4 y simplemente giró sin avisar y sin ver la motocicleta. ¡Menos mal que por allí pasaba una chica que vio los borbotones de sangre que salía de su pierna y supo hacerle un torniquete!

— …sí, la chica ha venido a verme varias veces, pero la señora, ¡que va! La pobre estaba fatá-fatá…

Nunca se sabe por donde van a salir los tiros ni cómo se enredan los nudos del destino… ¡no somos nada!

Ahora pasa Javier largos días en el hospital. Ya puede dar algunos paseítos en su silla de ruedas, pero todavía no la maneja bien. No sé yo, con esa cantidad de hierros saliendo de la pierna, no tiene que ser fácil…

CANELO

El perro acompañó a su amo hasta la puerta del hospital y allí quedó, esperando que saliera… pero el hombre falleció. Era un perro fiel, y permaneció en la puerta esperándole durante doce (12) años. Los médicos, enfermeros, mozos y pacientes lo cuidaron. Extendieron una esterilla y le dieron de comer y de beber. La gente lo llamó Canelo y la historia de su fidelidad trascendió tanto que hasta vino a Cádiz un equipo de la televisión japonesa para hacerle un reportaje. La gente de aquí lo quería mucho. Cuando falleció de viejo le hicieron una placa y la colocaron en un callejón paralelo al hospital… la leyenda dice:

A Canelo, QUE DURANTE 12 AÑOS ESPERÓ A LAS PUERTAS DEL HOSPITAL A SU AMO FALLECIDO. EL PUEBLO DE CÁDIZ, COMO HOMENAJE A SU FIDELIDAD. Mayo, 2003
LEY ANTI-TABACO

Como Javier lleva un mes en el hospital (¡y lo que le queda!), lo ha convertido en su universo —es lo que pasa cuando uno se sumerge en situaciones aisladas, con pocos estímulos del exterior, físicos o emocionales— y va conociendo cada recoveco, cada chisme y hasta va sabiendo interpretar los menores cambios de la rutina hospitalaria… Y me dice divertido:

— Con eso de la nueva ley, ¿sabes cómo se alivian ahora las ganas de fumar? …si tienen que ir, por ejemplo, de la primera a la segunda planta, salen por la puerta de Urgencias, doblan a la izquierda, pasan por el Callejón del Canelo, entran por la puerta principal y suben a la segunda. Justo el tiempo de echar un cigarrillo. No dicen vamos a fumar, simplemente "hacen el paseo del Canelo"... ¿Me entiendes? Je, je je.

O sea, que tenemos Canelo para la eternidad... y gente que hace el canelo, también.

Un abrazo, campeón



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