viernes, 12 de febrero de 2010

Ceuta se postra ante la Excelsa Señora

Hace pocos días me enteré que el presidente de Ceuta, mi ciudad querida…, continuó una tradición que se remonta a 1651. Yo no sabía que todos los 9 de febrero de todos los años, los alcaldes de Ceuta —ahora son presidentes de la Ciudad Autónoma— van en procesión, bajo mazas, hasta el santuario de la Excelsa Señora, Virgen de África y Alcaldesa Perpetua de la ciudad, se postran a sus pies y le piden protección… Imagino que en su origen solicitaban protección para seguir gobernando la ciudad, porque de esa forma seguiría siendo un enclave cristiano. Puede que la ciudad siguiera rodeada de hordas infieles que intentaban recuperarla para el Islam, pero gracias a la Excelsa Señora, seguiría en buenas manos. ¡Ante tanto infiel aguerrido, toda ayuda era poca! Es una tradición como otra cualquiera, hay numerosas de este tipo. Muchos piensan que las tradiciones son muy valiosas porque contribuyen intensamente a mantener la identidad de los pueblos… El asunto es que la identidad de un pueblo como el de Ceuta no es uniforme, es ricamente plural, y, a lo mejor, las autoridades no deberían apoyar tradiciones cristianas que marginan a la parte musulmana, judía o hinduista… y viceversa.

Sí, hay tradiciones muy arraigadas, como esta de Ceuta. Pero también las hay muy graciosas, que son nuevas, no perjudican a nadie y sirven de atracción turística —la tomatina de Buñol, o las Campanadas de Fin de Año que se celebran en Bérchules cada 31 de Julio—. Pero hay otras muchas que, a mi parecer, no pueden convertirse en actos que se mantengan por encima de cualquier considerando. Tradicionalmente todos los penitentes de la Semana Santa eran hombres; pero, por razonas obvias, ya pueden ser mujeres. Por tradición se celebraba la Caída de Granada a manos cristianas; hoy, por respeto a los granadinos que no eran cristianos, se conmemora, y el matiz es de una enorme calidad humana. Muchas tradiciones que maltrataban animales se han suavizado desde que hemos tomado conciencia de lo que hacíamos… En general, TODO está sujeto a relecturas porque nada es eterno entre las cosas humanas.

Por esto último creo que tal vez no estaría mal repensar la participación de las autoridades políticas en las tradiciones de origen religioso —ya sé que constitucionalmente no están obligados, pero en la práctica se mantiene con una inercia mastodóntica—. 

Creo no equivocarme si digo que, en España, todas las tradiciones católicas se originan en épocas en las que la religión era un poder omnipresente en todos los aspectos de la vida. Es decir, la iglesia católica gobernaba todo… a las personas porque gestionaba las llaves de la salvación o condena eternas, y al poder político porque era la única fuente válida que otorgaba legitimidad al príncipe…

…y estas tradiciones de origen religioso, hoy día han quedado encastradas en una sociedad cada vez más laica, donde la opción religiosa —máxime para el político democrático— debe ser personal y privada.

Está claro que cualquier ciudadano es libre para abrazar cualquier religión. Incluso puede —si quiere— abrazar una religión que diseña un Dios eterno, ubicuo y omnipotente, que se aburre en su soledad y entonces crea un universo para su criatura, el hombre; que le impone unas leyes y se dispone a vigilar si las cumple, y para eso es capaz de ver todas y cada una de las acciones de todas sus criaturas. Pero no solo eso, como es todopoderoso, también se pone a oír hasta los pensamientos más íntimos de cada una de sus criaturas… y como se entere que alguna de ellas tiene malos pensamientos (que siempre se entera) —malos pensamientos son, por ejemplo, mirar con ojos golositos un desnudo de Elsa Pataky— entonces es capaz de estarla quemando viva durante toda la eternidad… o sea, es un Dios tan cabronazo tan cabronazo que por unos añitos de vivamos que son dos días, va y nos condena para siempre jamás. Bueno, y luego este Dios abusón lo complica más porque va y coge a una hembra humana, de carne y hueso, y en un proceso totalmenteabiogenésico se salta todas sus reglas y la preña como por encanto, sin ella enterarse. ¡Y el que nace es Él mismo, pero en plan humano! Bueno... algo así. Pero la mujer humana —que es la consorte de Dios y, al mismo tiempo, madre de un humano que es el Dios consorte—, sigue siendo [¡atención!] virgen… porque pasa lo mismo que cuando los rayos del sol atraviesan un vidrio de la ventana sin romperlo. Por esta cosa tan extraordinaria la hembra humana se convierte en una especie de Diosa que se llama María la Virgen. Y eso ocurre cuando en un concilio, los clérigos de esta religión hipotética, votan tal ocurrencia por mayoría... Y entonces la especie de Diosa se aparece vestida de muchas maneras distintas a pastorcillas, señoras piadosas y gentes humildes, eso sí, siempre poco leídas... etc., etc., etc.
Don Juan Vivas, el presidente de Ceuta, mi ciudad querida, se postró el otro día ante lo que podría ser una imagen de esta especie de Diosa… La verdad, yo no sé si el presidente Vivas o el delegado Chacón creen en esta sarta de tonterías —no es asunto mío—, lo más probable es que hayan seguido haciendo el paripé de costumbre para no ofender a nadie. Pero ahora que estamos en una sociedad que tiende al laicismo, pienso que todos los políticos (empezando por el Rey) deberían desplegar una mínima pedagogía y ser un poquito más serios cuando hacen estas cosas en lugares públicos. ¡Que ya somos mayorcitos!

Sí, creo que sería conveniente repensar ciertos asuntos, ¿no?

La imagen es de F.Raso, extraída de El Pueblo de Ceuta
El texto en marroncito está inspirado de lejos en una descripción del cristianismo que hizo No_Recuerdo_Quien, y que leí en No_Sé_Donde… o sea, que cada día estoy peor. Y conste que podríamos intentar la misma ridiculización con el judaísmo o el islamismo.


No hay comentarios: