martes, 22 de diciembre de 2009

Fotos furtivas: Ventana a mundos de fantasía


El niño seguía, ensimismado, las penurias de los dinosaurios que huían hacia un valle fértil y bello. El pequeño tocaba la pantalla con ternura y miraba directamente a los ojos tristes del dinosaurio… Y mientras el niño seguía fascinado y preso de la pantalla, servidor seguía fascinado y preso del niño…

Dicen los que saben de estas cosas que, al principio, los cachorros humanos no distinguen qué es real y qué es fantasía… que para ellos, ambas percepciones se sitúan en el mismo plano de existencia, y que la línea que separa lo real de la fantasía es tan frágil que una y otra inundan la realidad del niño… y viceversa. Por eso, asustarles con el hombre del sacoo con el demonio funciona estupendamente… ¡para ellos son tan reales como mamá oCaperucita Roja!

Pero llegado el momento, los mayores se encargaron de desmontar nuestras ilusiones y nuestras fantasías infantiles… y así murieron el Ratoncito Pérez, los Reyes Magos o Papá Noël. Sí, así murieron las fantasías... pero no todas. No, no todas porque, asombrosamente, nos dejaron vivo al peor de los monstruos posibles: Satanás, Lucifer, el demonio, el peor enemigo de Dios. Posiblemente porque, al fin y al cabo, desmentir su existencia también era negar a Jesucristo, al mismo Dios. Sí, nos dejaron vivo y latente en el corazón al peor enemigo de todos… ¡hay que ser crueles... y listos!

…el pequeño tocaba la pantalla con ternura y miraba directamente a los ojos tristes del dinosaurio…




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