sábado, 18 de abril de 2009

Sus ojos eran como de agua...

FALTA FOTO 

Sus ojos eran como de agua, a veces parecían azules y a veces grises. Pero también se podría decir que fueran verdes... uno de mis hijos tiene ese fondo verdoso en los ojos, como los de su abuela, que afloran con los días nublados. No sé...

Fueran azules, verdes o grises, eran ojos cristalinos... hoy sus ojos están hundidos y suplican. Prácticamente es lo único que hace, suplicar con los ojos porque el Alzheimer la ha convertido en un ser humano inmóvil, que ya no sabe hablar, ni moverse, ni tragar... solo respira y recibe alimentos a través de un tubo, quiera o no, y gime cuando se la cambia de posición y la sábana roza su piel.

Hoy le han curado las llagas que cubren todo su cuerpo. Han tardado noventa minutos en restañar cada una de las heridas... lo han hecho con sumo cariño, pero aún así ha sufrido. Las chicas han creído que esta anciana, aquella niña de ojos cristalinos, decía esto es muy duro...

...desde entonces la llevo en un pellizco, aquí. Y no se me va de la cabeza cuando la imagino malviviendo en el interior de una pesadilla de dolor, desorientada, perdida, y sin poder despertar. Presa de una vida que no le ofrece nada, ni tan siquiera imaginar que la muerte sería una liberación... ni siquiera eso. La peor pesadilla.

Por tres veces he borrado el párrafo que seguía... y sigue borrado a pesar de que sus hijos, sus hijas, nueras, yernos, sus nietos y sus nietas piensan lo mismo...

Nadie tiene valor.

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