viernes, 14 de diciembre de 2007

Corriendo hacia el precipicio

De joven me enseñaron que un ecosistema aislado no puede crecer ilimitadamente manteniendo el equilibrio inicial. Y, a propósito, el planeta es un ecosistema aislado. Esto se visualiza muy bien en un cultivo de bacterias sobre medio nutritivo; primero crecen las colonias, llegan a un máximo y cuando se quedan sin comidita decaen en una debacle vital. De joven también leí con fruición que los lemming, unos roedores de las praderas árticas, muy simpáticos y muy prolíficos, llegado un momento parecen volverse locos y emprenden una huida descontrolada hasta precipitarse por los acantilados y morir masivamente... sólo cuando la población disminuye parecen volver a la cordura y a su apacible vida.


La naturaleza es sabia y, por lo que vemos, descubrió numerosos mecanismos para reequilibrar los desordenes poblacionales cuando los recursos se agotan. Sí, la naturaleza ERA sabia... hasta que nos generó (1) Y con el homo llegó una especie capaz de alterar conscientemente / inconscientemente todos los equilibrios.

Servidor, este homo sapiens venido a menos, no conoce los números de la macroeconomía mundial, es decir, ignoro cuantos millones de toneladas de madera se destruyen al año; ignoro cuantos ríos, ecosistemas marinos o terrestres, quedan envenenados cada semestre; ignoro si dentro de 50 años habrá agua para la población mundial; ignoro las decenas de miles de hombres que mueren de inanición; ignoro cuantos millones de toneladas de CO2 genera la actividad humana cada semana; ignoro cuantas reservas quedan de petróleo, gas y carbón; ignoro cientos de cosas y su influencia real sobre el agotamiento del ecosistema planetario... pero lo que me parece incontestable es que NO PODEMOS SEGUIR CORRIENDO HACIA EL PRECIPICIO, como los lemmings. Porque, ESTO no es ilimitado, y más temprano que tarde, se nos caerá el tinglado...

Pero ¿cómo parar esta locura desbocada? ¿Cómo decimos ahora a los países en desarrollo que no pueden crecer como lo hemos hecho en occidente porque es un desarrollo que contamina, destruye energías NO renovables y utiliza recursos muy escasos?

Si no se venden más coches que al año anterior, entramos en recesión.
Si no construimos más casas que el año anterior, entramos en recesión.
Si los bancos ganan menos que al año anterior, entramos en recesión.
Si la industria bélica no saca sus excedentes en guerras locales, entramos en recesión.
Si no compramos en Navidad millones de regalos que no sirven absolutamente para nada, entramos en recesión.
Si no hacemos más llamadas a móviles que el año anterior, entramos en recesión...

¡Vale, vale! Ya sé... lo del crecimiento sostenible. Mi amigo Alfonso dijo la frase perfecta que dibuja todo esto: “El que se para se cae de la bici”... y encima tiene razón. ¿Qué candidato a gobernar un país democrático anuncia en campaña que se bajará de la bici? ¿Quién es el guapo que lo dice?

¡Esto es una mierda asín de grande, hombre! Y encima se la comerán nuestros hijos.


(1) Fijaos si será sabia la naturaleza, que nos barrerá, pasará por encima de nosotros y seguirá sin nosotros, tan sana y tan lustrosa, viviendo con cucarachas y ratas tan lindamente. ¡Que nos habremos creído los hombres!



No hay comentarios: