viernes, 23 de febrero de 2007

Una sentencia con dos cojones

El Tribunal Constitucional ha fallado en contra de la profesora de religión católica que fue separada de la docencia por estar divorciada y vivir amancebada con un señor, es decir, porque vive en pecado y en desarmonía con el credo que enseña.

En este país llamado España, lejos de caminar hacia la aspiración de servidor (que la religión debería ser una cuestión privada y personal) el Consti lo que hace es permitir a la Iglesia meter sus narices en al vida personal de sus ovejas. De forma que los obispos tienen ahora la potestad de echar a la puta calle a los profesores de religión católica que no vivan en sintonía con sus directrices.

Dicho de otra forma, los profesores de religión católica -pagados por todos los españoles, sean creyentes o no, pero bajo la férula de los obispos (casta sacerdotal que gobierna la iglesia y aspira a seguir gobernando a la sociedad civil y laica)-, pueden ir a la puta calle si no viven privadamente en sintonía con los credos católicistas.

A partir de ahora yo creo que los profesores de religión deberían dedicarse a cosa más útil (eso les pasa por juntarse con quienes se juntan) Y los que sigan en la tarea, que sepan que no pueden usar condones ni diafragmas; que no pueden practicar el onanismo ni el pecado solitario; que no pueden divorciarse, aunque la vida matrimonial sea un pésimo ejemplo para los hijos; que no deben ser homosexuales porque eso es una desviación de la normalidad y un pecado contra la naturaleza; que no pueden ejercitar el sexo si no es exclusivamente para procrear, etc., etc., etc.

...me viene a la mente el párrafo de un lumbreras de la ética médica de los años 50 en España, el hombre, muy preocupado él por el hecho médico de recoger una muestra de semen humano sin transgredir las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia Apostólica y Romana, decía algo así como:
“La única manera deontológicamente aceptable para recoger semen es practicar el coito con la señora esposa, en acto marital y con preservativo agujereado”
Porque de esa forma no se impedía la posibilidad de procreación. ¡Hay soluciones pa tó!

...iba a decir ahora que, afortunadamente, la casta sacerdotal no puede meter las narices en la vida personal de sus ovejas... pero me olvidaba: sí que pueden meter las narices hasta en la cocina de cada creyente, porque para eso inventaron la confesión como uno de los instrumentos de poder más sutiles ideados por los hombres... y se enteran de todo.Cuenta, hijo, cuenta ¿cuántas veces? ¿Y te tocó? ¿Le tocaste? (¿Quién no recuerda lo escabroso de las confesiones en los 40, 50, 60 y 70) ¡Que vergüenza que les hayamos permitido todo eso!

Pues ahora toca acatar la sentencia del Constitucional porque eso es lo que tenemos, y esperar y desear que los jueces se sientan jueces garantes de leyes humanas y nunca siervos de sus pastores. ¡Ojalá!



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