Ha muerto Manuel Contreras a los 86 años. En su cama, igual
que don Augusto Pinochet, su jefe, otro carnicero abominable… No se sabe cuántos
chilenos murieron torturados a cuenta de este detritus de ser humano, como
todos los de su calaña… Los de su calaña son esos que buscan excusas morales
para exterminar a sus compatriotas (sin remordimientos, con eficacia militar, profesionalmente)
en nombre de su propia patria, como si la patria fuese únicamente lo que ellos
piensan que debe ser. Y lo hacen escudados en la fuerza bruta de las armas, sin
las cuales son apenas unos ridículos remedos de oligofrénicos con gorrita de
plato…
…en España sabemos mucho de estos comportamientos. Los tenemos
cada vez que una guerra civil se enseñorea del suelo patrio. Con el problema
añadido de que en nuestra última Guerra Civil —la del Caudillo Franco, digo— todos
nuestros detritus humanos que cometieron atrocidades en nombre de Su Patria (detuvieron
a gente inocente, los torturaron, los fusilaron y los hicieron desaparecer en
centenares de fosas comunes) nunca han sido juzgados. Todos ellos, después de
demostrar su entusiasmo y/o complicidad con la masacre juraron la adhesión inquebrantable al Caudillo y al Movimiento Nacional…
Todos ellos, aunque fuesen torturadores de camisa azul, fueron hombres de misa
dominical (incluso diaria) y abuelos bonachones de bigotito blanco… Todos ellos
murieron en su cama, como ayer Manuel Contreras y, como en su día, el propio Caudillo
Franco por la Gracia de Dios… (Gracioso estaba Dios ese día)
Cuando Franco murió servidor tenía 23 años, y lo recuerdo
muy bien. El grito en la calle, en las fábricas (aún existían fábricas) y en
las aulas era unánime: Amnistía y Libertad.
Eran las dos premisas indispensables para empezar a reconstruir la convivencia
democrática. Amnistía para los presos
políticos de la dictadura y libertad
para todos los partidos políticos. Pero en la malhadada Ley de Amnistía de 1977 nos colaron solapadamente una Ley de Punto Final para los crímenes de
la Guerra Civil y del Franquismo. La Transición
Española les regaló a estos criminales de misa dominical un retiro dorado y
plácido.
Buena parte de la derecha española es heredera
ideológica directa del fascismo que ahogó España en uno de los periodos más
negros de su historia. Y ahí siguen, gobernando, manteniendo los símbolos de la
victoria fascista, negando los derechos humanos de los desaparecidos en las
cunetas de media España y, sobre todo, trabando cualquier reconocimiento de los
crímenes del Régimen.
Sí… existen en España herederos ideológicos de esa
escoria humana, capaces de torturar y asesinar en nombre de su patria. Se les
conoce, se les ve venir…
Pero más estupor me produce las generaciones nacidas
en esta democracia formal… Pareciera que no han estudiado la historia del siglo
XX (y posiblemente no lo hayan hecho) Son ciudadanos que no reconocen alevosía
en los símbolos fascistas que aún permanecen en nuestras calles. Para ellos forman parte de su niñez. Siempre han
estado ahí y no les molesta. Es parte de
la historia, y la historia es la que es, y al que no le guste que se joda…
Para ellos carece de importancia que un crimen contra la humanidad permanezca
impune delante de sus propias narices. Para ellos hay que mirar p’alante de una jodida vez, y dejarse de tanta guerra
civil. Y hasta definir un talante como propio de fascistas es utilizar un lenguaje obsoleto. Es decir, ¡calificar a
alguien de fascista es un insulto innecesario porque desacredita al que lo
recibe…!
Pues claro, hijo mío. Pues claro.
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P.D. A modo de ejemplo: http://www.publico.es/politica/exalcalde-mallorquin-del-pp-cuelga.html
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P.D. A modo de ejemplo: http://www.publico.es/politica/exalcalde-mallorquin-del-pp-cuelga.html
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