martes, 9 de julio de 2013

Crónicas de jubilación: La cálida meada de Juan

Es Julio y no tengo cuerpo de vacaciones. Creo que va a ser por mi nueva condición de jubilado… y no creo que eso sea bueno porque así pierdo un motivo de euforia.

La terraza del 44 por la mañana temprano. San Fernando
Procuro observar las cosas como si el mundo discurriera sin mí… que, por otro lado, es exactamente lo que pasa, quiera uno o no quiera. La gente desayuna café y churros en ‘El 44’. No hay niños en la plaza, a la sombra del general franquista bilaureado. Tampoco pasean chicas guapas… el jubilado lo tiene observado: las chicas guapas son una subespecie humana de hábitos nocturnos, salen de la madriguera al atardecer.
Parece que Luis Bárcenas está tirando de la manta y empieza a largar lastre para dejar en evidencia al Partido Popular, pero casi me da igual… ya lo sabíamos, ¿no?
Y mientras Bárcenas larga sus cosas —la señora Cospedal dribla en diferido y el presidente ‘…de lo segundo ya tal’—, a servidor le contaban que Juan llegó a casa con tal borrachera que se meó en el carrito de la compra… «Sí, pero levanté la tapa y lo meé todo dentro, como me tiene dicho Maribel».
Por lo visto, a los cuatro días, cuando esa mujer, jartita de fregar la cocina buscando eliminar ese olor a pescado podrido, descubrió la fechoría… Esa mujer —con tal carácter que le tiró a su ex marido una guitarra californiana desde un onceavo piso—, si pilla a Juan en ese momento lo mata. Menos mal que, inteligentemente desapareció de la escena del crimen durante un par de días. Y, finalmente, ya más templada Maribel, se conformó con difundir el asunto de la meada en el carro de la compra a to_dios (como Bárcenas pero a nivel de Meadero de la Reina, en Puerto Real)… al frutero, al del pescao, al carnicero, a la panadera, al podólogo (que le tocaba por esos días) y a los compañeros de Juan. Superados los primeros momentos de desorientación, hoy el hombre lo sobrelleva con cierta dignidad.
Y ahora, en vez de Juan le dicen ‘el Manolo Escobar’… por lo del carro, claro.


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