viernes, 20 de abril de 2012

Es inmoral permanecer callados

Es inmoral que los gobiernos callen y, entre todos, permitan la existencia de paraísos fiscales para que los más ricos hagan trampas, y los más desfavorecidos las paguemos y apechemos con las crisis que ellos provocan.

Es inmoral que nuestros gobernantes, los que son elegidos con nuestros votos, cierren los ojos o miren hacia otro lado para dejar que fluyan esas paradisíacas cantidades de dinero a sabiendas de que todas las crisis y las hambrunas del planeta se solucionarían con una pequeña fracción de lo que se mueve cada día en los mercados especulativos.

Es inmoral que mueran al día cientos de miles de personas de sed o por falta de atención en el parto… es una vergüenza que existan niños esclavos y niños soldados en guerras montadas desde los pulcros despachos de gente encorbatada para el control de recursos naturales que los enriquece aún más. Es una vergüenza y es inmoral porque esas penurias se solucionarían con una pequeña parte de esa ‘liquidez’ que los países civilizados hemos inyectado a los bancos –causantes de la crisis- para lavar su propia avaricia.

Y es una vergüenza porque en lugar de meter en la cárcel a estos desalmados, premiamos a los bancos privados con créditos al 1% desde el Banco Central Europeo para que compren Deuda de los Estados al 6%... y que todos los gobiernos acepten sin inmutarse este comportamiento, que desampara y empobrece a millones de personas. No solo es una vergüenza, es algo simplemente increíble.

Es inmoral que nuestros gobiernos permitan a los más ricos tener herramientas legales para pagar muy pocos impuestos… mientras que esos mismos gobernantes esquilman sin disimulo el derecho de nuestros hijos a una educación digna, y privan a nuestros padres de la atención social y sanitaria que se han ganado con el trabajo de toda su vida.

Es una vergüenza que vengan mis gobernantes diciendo que hay que recortar gastos mientras entregan a los bancos cantidades incomprensibles de nuestro dinero… dinero que se embolsan las entidades financieras, para lavar los cadáveres de su trastienda, en lugar de entregar créditos a la economía productiva. Es inmoral que los gobernantes hagan leyes para permitir a los bancos hacer trampas legales y que así sus balances salgan airosos. Tramposos.

Es inmoral que nuestro presidente diga que no hay dinero para pagar lo público y al mismo tiempo NO contrate a mil nuevos Inspectores de Hacienda para crujir a los tramposos. Es otra inmoralidad que mi gobierno NO acometa con violencia jurídica el fraude fiscal y la economía sumergida, y NO legisle para que paguen más impuestos quienes más tengan.

Es inmoral que nos arrebaten sin pestañear la educación, la sanidad y la atención social por imperativo de Ángela Merkel y su concepción personal de Europa, y que todos callen y agachen la cabeza… como súbditos del nuevo poder feudal.

Es inmoral y es una vergüenza que NO nos movilicemos pacíficamente y en silencio ante esta involución que nos están imponiendo. Es inmoral que NO salgamos a la calle día tras día, pacíficamente y en silencio, a paralizar todas las ciudades de España a las ocho de la tarde durante dos horas…

…y que sigamos haciéndolo hasta que nuestros gobernantes comprendan que TIENEN que dar en nuestro nombre un puñetazo encima de una mesa de Bruselas, frente a Merkel, y soltar un rotundo COÑO con todas sus letras, una detrás de otra. Y añadan un HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO… y pregunten a sus homólogos ¿Quién está con la gente y quien está con el capital?


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