La carcunda nacional cumple lo que promete (entiéndase
carcunda como grupo de actitudes retrógradas; los que no
tengan actitudes retrógradas no deben sentirse aludidos) La carcunda
nacional tienen los votos de una gran mayoría de españoles y, por tanto, han
comenzado la Reconquista cultural, sociológica y legislativa que era de esperar.
Cumplen su programa electoral con todas las de la ley —el explícito y el
implícito / oculto—, que para eso han sido elegidos, para recuperar el terreno
que la modernidad había conquistado y para defender sus intereses económicos de
clase, porque son una clase bien definida, no creo que haga falta explicar esto.
Sus votantes son otra cosa. Los votantes van y vienen, castigan y premian, y la
mayoría no tienen nada que ver con la carcunda nacional que ahora nos gobierna.
Tampoco hace falta explicar que en los asuntos
educativos, los intereses de la carcunda coinciden milimétricamente con los de
la clerigalla nacional-católica… uno de los pilares fundamentales en los que se
sustenta la derecha de España desde la dictadura de don Francisco. Por eso toca
atender las demandas de la iglesia: Reconquista.
Y atendiendo a esos intereses, estos días, el ministro Wert ha eliminado la asignatura Educación para la
Ciudadanía del sistema educativo español. Es lo que venía exigiendo la
clerigalla desde hace cinco años, en los púlpitos y en la calle. Dice el
ministro que lo han hecho porque consideran que la EpC adoctrina y porque es mejor eliminar
cuestiones ideológicas y controvertidas… Hace cinco años escribí algunos
artículos en este blog elucubrando sobre quién educa y quién adoctrina, pero es
tan obvio que aburre explicarlo otra vez...
Lo que sí quiero hacer hoy es repasar algunas de esas
cuestiones ideológicas y controvertidas en las que el ministro se escuda para
eliminar la EpC…
(…) Para dar una respuesta adecuada a esta pregunta
hay que comenzar por distinguir entre lo que es la condición y lo que es el
comportamiento homosexual. Nadie elige la condición homosexual. Pero sí hay
libertad para elegir cómo vivirla, cómo comportarse con ella.
Esto es un malabarismo dialéctico para decir que hay
maricones de nacimiento y maricones de vicio (así se decía cuando servidor era
joven) Mienten y manipulan: no hay respeto, hay condena. Para la clerigalla y
para la carcunda no hay ninguna opción para vivir la homosexualidad,
practicarla sigue siendo un pecado grave. Según ellos, lo que tiene que
hacer el homosexual es reprimir su sexualidad y/u ocultarla. Nada más.
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