jueves, 14 de julio de 2011

El golem neoliberal ha despertado y nos sodomiza detrás de cada esquina

Es como si el dinero hubiese cobrado vida propia para esclavizar a su amo. La criatura se levanta, camina por sí sola y somete al creador… cría cuervos y te sacarán los ojos. El neoliberalismo es un golem que no quiere ser sometido por el creador. Nos sodomiza detrás de cada esquina, cuando quiere, y lo aceptamos en silencio… No lo entiendo.

Algo atávico debe haber en el comportamiento económico del hombre para que esto ocurra. El Plan de Ajuste de Zapatero en mayo de 2010 supuso un parón de las inversiones públicas, recortes de salarios, congelación de pensiones, mengua de derechos laborales… Ayer mismo, el de Italia va en la misma dirección: recortes de la inversión pública, copago sanitario, congelación de pensiones, privatizaciones a diestra y siniestra, etc. Y los planes impuestos a Grecia, Irlanda y Portugal a cambio del rescate suponen, además, la parcelación de los bienes públicos (empresas y propiedades) y la venta en vergonzante subasta de lo que es propiedad de todos los ciudadanos. ¡Pero ni una sola medida real para arrebatar beneficios a los que ya son inmensamente ricos! Sí, el neoliberalismo es un golem con vida propia que no puede saciar su apetito de acumular capital.

¿Sabéis lo que ocurre en un plato parcialmente lleno de mercurio? ¡Eso es! Que las gotitas aisladas, si están limpias, acaban uniéndose en una sola gota. El capitalismo neoliberal, si no tiene trabas políticas, tiene un comportamiento similar a las gotitas de mercurio… tiende a acumular capital porque esa es su naturaleza, no importa que eso suponga la pobreza de mucha gente. Y, actualmente, disfruta de una libertad absoluta para especular en cualquier punto del planeta de un microsegundo a otro. Y libertad para inventar arquitecturas especulativas cada vez más complejas, indecentes e inmorales… y alejadas de la economía productiva, que es la que hace dignos a los trabajadores. Y entonces, nosotros, los hombres, sus creadores, nos convertimos en sus criaturas, cosas sin valor… hormigas que hay que quitar del camino porque hay muchas y estorbamos. Sí, el golem nos sodomiza detrás de cada esquina, y si quisiera, lo haría en mitad de la calle…

Los que investigan estas cosas dicen que en los bancos opacos suizos hay inmensas fortunas griegas, más que suficientes como para saciar la deuda griega tres o cuatro veces. Son capitales que han huido indecentemente a la fiscalidad helena. También publican los estudiosos que Mohamed VI de Marruecos tiene en bancos franceses unos 25.000 millones de euros cuando la deuda externa del país es de unos doce mil… Y uno se pregunta ¿Para qué atesorar esas fortunas si la vida no puede ser ni mejor ni peor? ¿No sería mejor que esos inmensos capitales volvieran al país y se usaran decentemente en beneficio de todos? ¿Por qué los políticos que votamos cada cuatro años no hacen leyes para intervenir contra estas indecencias? Los políticos que votamos cada cuatro años tienen que saber —y si no lo saben es que elegimos a imbéciles profundos— que el dinero sobra en el planeta global… lo que falta es voluntad para intervenir de una jodida vez y repartirlo con justicia. ¿Por qué puñetas todos esos políticos que elegimos cada cuatro años, y que luego ellos se juntan y se ríen en Bruselas, no lo hacen?

Está claro: porque el golem los sodomiza detrás de las esquinas.

¡...el problema es que les gusta!


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