De vez en cuando la vida es tan ancha que apenas cabe entre la pequeñez de los quarks y la inmensidad de las galaxias… y entonces, ahí, en esa inmensidad, el hombre venido a menos podía encontrar dos o tres cosillas, desde la más cotidianas -esa que tocamos con los dedos- hasta algún pensamiento alojado en la cumbre de la pirámide de Maslow...
...pero otras veces la vida es tan simple que cabe en una mirada, aunque sea triste. Y entonces, un guiño se transforma en el precioso big bang que lo ilumina todo...
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