lunes, 11 de febrero de 2008

A veces hay que pararse…


…para ver donde estás.
Para comprobar si existe vida fuera de.
Para tomar un café sin cafeína y cinco churros mientras juega la tropa pequeña en el parque.
Para recordar cómo era eso de mirar un ocaso sin hacer absolutamente nada.
Para comprar un ramo de flores.
Para olvidar cosas.
Para recordar otras.
Para escuchar música mirando a la pared, quieto, sin nada entre las manos, sin nada en la cabeza.
Para mirar desconcertado alrededor...

…a veces reconforta parar para ver donde coño estás.


P.D. …esto va a ser una depre (un “Chungo embajonao” que diría ElSinTierra). ¡Lo que yo te diga!

No hay comentarios: