Parece que el Partido Popular ha sacado más votos que el Partido Socialista en las elecciones del 27-M. Es lo que suele pasar en democracia, que un partido saca más votos que otro. Es normal, lógico, higiénico y deseable. Pero me sabe mal el resultado porque de esta forma, la cúpula dirigente del PP ha conseguido dos cosas que para este homo sapiens venido a menos no son deseables:
La primera, que la forma bronca, desleal y miserable de hacer política que desarrollan los dirigentes del PP queda avalada y aprobada en referendo. O sea, para ellos este resultado viene a demostrar que están en el buen camino
* y que amenazar con volver a la guerra civil si se mantiene un gobierno del PSOE es buen método para sacar votos;
* y asegurar que cualquier voto que no vaya al PP es un voto para ETA es una sentencia cierta e inapelable;
* y usar la legítima visceralidad de las víctimas del terrorismo para hacer política es un método adecuado y lícito;
* y usar la lucha antiterrorista contra el gobierno... ¡bueno, eso ya ni se plantea! Para estos dirigentes políticos del PP no existe la menor duda: el terrorismo es un arma eficacísima CONTRA el gobierno;
* y queda demostrado que mentir y retorcer la realidad en forma genuinamente orweliana va muy bien para ganar elecciones. Etc., etc., etc.
La segunda cosa que hemos aprendido de estos resultados, es que mucha gente ha dejado de votar porque está desencantada/asqueada. Y dicen los entendidos que los primeros que dejan de votar son los de izquierda; con lo cual el porcentaje de votos de la derecha aumenta. Y el cansancio ocurre y se consigue porque con la estrategia de confrontación bronca, desleal y miserable ha calado el mensaje que interesaba al PP. Es decir:
Todos los políticos son iguales.
Por tanto: ¿qué más da uno que otro?
Así que: Que vote Sandokan.
Postura muy extendida y muy respetable, pero que me recuerda al chiste del recluta que como no le gustaba el rancho, va y dice: ¡pos ahora no como, y que se joda el sargento!
Indudablemente: siempre tenemos lo que nos merecemos.
La primera, que la forma bronca, desleal y miserable de hacer política que desarrollan los dirigentes del PP queda avalada y aprobada en referendo. O sea, para ellos este resultado viene a demostrar que están en el buen camino
* y que amenazar con volver a la guerra civil si se mantiene un gobierno del PSOE es buen método para sacar votos;
* y asegurar que cualquier voto que no vaya al PP es un voto para ETA es una sentencia cierta e inapelable;
* y usar la legítima visceralidad de las víctimas del terrorismo para hacer política es un método adecuado y lícito;
* y usar la lucha antiterrorista contra el gobierno... ¡bueno, eso ya ni se plantea! Para estos dirigentes políticos del PP no existe la menor duda: el terrorismo es un arma eficacísima CONTRA el gobierno;
* y queda demostrado que mentir y retorcer la realidad en forma genuinamente orweliana va muy bien para ganar elecciones. Etc., etc., etc.
La segunda cosa que hemos aprendido de estos resultados, es que mucha gente ha dejado de votar porque está desencantada/asqueada. Y dicen los entendidos que los primeros que dejan de votar son los de izquierda; con lo cual el porcentaje de votos de la derecha aumenta. Y el cansancio ocurre y se consigue porque con la estrategia de confrontación bronca, desleal y miserable ha calado el mensaje que interesaba al PP. Es decir:
Todos los políticos son iguales.
Por tanto: ¿qué más da uno que otro?
Así que: Que vote Sandokan.
Postura muy extendida y muy respetable, pero que me recuerda al chiste del recluta que como no le gustaba el rancho, va y dice: ¡pos ahora no como, y que se joda el sargento!
Indudablemente: siempre tenemos lo que nos merecemos.
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