De nuevo los Guardianes de la Revolución iraní vigilan la moral de sus mujeres. (AQUÍ la noticia)
Esas buenas costumbres en las calles del Irán actual pasan porque ellas lleven correctamente colocado el velo islámico, es decir, que no enseñen el lóbulo de las orejas ni el pelo. Y si alguna no lo lleva correctamente los Guardianes de la Moral le llaman la atención para que corrija la forma… y si a pesar de las amenazas insisten en su rebeldía, son llevadas a comisaría, y allí permanecen hasta que un varón de su familia, ya sea su padre, su esposo o algún hijo mayor, se hace cargo de ella. Se supone que una vez bajo la autoridad familiar (entiéndase bajo la vara flexible del grosor de un dedo que se puede usar para corregir comportamientos díscolos), por la cuenta que le trae a la mujer, entrara enrazón y se tapará adecuadamente la cabeza, y/o no volverá a vestirse con ropas de corte occidental. O eso o una paliza inmisericorde.
Dicen los Guardianes de la Revolución iraní que este recrudecimiento en las formas se debe a que el número de agresiones contra las mujeres se había elevado mucho en los últimos tiempos… y que las agresiones son debidas a que las mujeres no se tapan debidamente cara y cabeza. Es decir, en vez de castigar a los agresores, se considera que son ellas las culpables de las agresiones que reciben, ¡pobrecitos los hombres!… cosa que me recuerda la infamante bromita que algún imbécil suelta en este país cada vez que ocurre una agresión machista: “Algo habrá hecho para que el hombre pierda así los estribos”
No, a servidor no le gustaría vivir en un mundo que tiene este comportamiento como normal. Y tampoco me gusta que gente con la cbeza amueblada de esta forma, y con esta sensibilidad en las entendederas venga a mi país trayendo y ejerciendo esas costumbres. Prefiero que las mujeres, al margen del parecer de los hombres, y del corsé religioso/intelectual que les hayan impreso desde la más tierna infancia, decidan qué se ponen en la cabeza y decidan qué se tapan y qué dejan al descubierto…
…y, sobre todo, quiero que en mi país podamos expresarnos abiertamente con gestos de cariño, quiero que podamos besarnos cuando nos venga en gana, en la calle o en el campo; en público o en privado; con un chico o con una chica; con mujer u hombre; en cara, frente o labios; con amor o con amistad; con pasión o con ternura…
...y moriría por esto.
La química del beso (del Blog GPS Akme)
Esas buenas costumbres en las calles del Irán actual pasan porque ellas lleven correctamente colocado el velo islámico, es decir, que no enseñen el lóbulo de las orejas ni el pelo. Y si alguna no lo lleva correctamente los Guardianes de la Moral le llaman la atención para que corrija la forma… y si a pesar de las amenazas insisten en su rebeldía, son llevadas a comisaría, y allí permanecen hasta que un varón de su familia, ya sea su padre, su esposo o algún hijo mayor, se hace cargo de ella. Se supone que una vez bajo la autoridad familiar (entiéndase bajo la vara flexible del grosor de un dedo que se puede usar para corregir comportamientos díscolos), por la cuenta que le trae a la mujer, entrara enrazón y se tapará adecuadamente la cabeza, y/o no volverá a vestirse con ropas de corte occidental. O eso o una paliza inmisericorde.
Dicen los Guardianes de la Revolución iraní que este recrudecimiento en las formas se debe a que el número de agresiones contra las mujeres se había elevado mucho en los últimos tiempos… y que las agresiones son debidas a que las mujeres no se tapan debidamente cara y cabeza. Es decir, en vez de castigar a los agresores, se considera que son ellas las culpables de las agresiones que reciben, ¡pobrecitos los hombres!… cosa que me recuerda la infamante bromita que algún imbécil suelta en este país cada vez que ocurre una agresión machista: “Algo habrá hecho para que el hombre pierda así los estribos”
No, a servidor no le gustaría vivir en un mundo que tiene este comportamiento como normal. Y tampoco me gusta que gente con la cbeza amueblada de esta forma, y con esta sensibilidad en las entendederas venga a mi país trayendo y ejerciendo esas costumbres. Prefiero que las mujeres, al margen del parecer de los hombres, y del corsé religioso/intelectual que les hayan impreso desde la más tierna infancia, decidan qué se ponen en la cabeza y decidan qué se tapan y qué dejan al descubierto…
FALTA FOTO
Niños Vi.Jo. besándose en Grazalema
…y, sobre todo, quiero que en mi país podamos expresarnos abiertamente con gestos de cariño, quiero que podamos besarnos cuando nos venga en gana, en la calle o en el campo; en público o en privado; con un chico o con una chica; con mujer u hombre; en cara, frente o labios; con amor o con amistad; con pasión o con ternura…
...y moriría por esto.
La química del beso (del Blog GPS Akme)
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