En el cementerio de los ingleses, Isla de León.
Un
atardecer de otoño.
Los cimientos del viejo cementerio están construidos
a escasos centímetros del mar. De hecho, cuando la marea está alta, el agua lame
todos los días una de las esquinas del viejo cementerio, precisamente la que se
ha desplomado por completo. Son cimientos siempre húmedos, encharcados de agua
salada.
Y sobre esos cimientos del camposanto crecen, sin
ningún tipo de aislamiento, los muros que rodean el solar. No existen
impedimentos para que el agua del subsuelo ascienda por capilaridad a través
del muro perimetral hasta una línea que suele ser paralela al suelo. Línea que
es el límite máximo de evaporación de la humedad ascendente…
y para formar esa línea se establece una competencia feroz entre la presión hidráulica
de la capilaridad, el diámetro de los poros, la fuerza de la gravedad, a tensión
superficial del agua, la saturación de la disolución, la densidad y viscosidad del
líquido que asciende, y no sé cuantos parámetros más con el resultado de una
línea máxima de evaporación paralela al suelo del viejo cementerio. ¡Qué pena no
saber con claridad las cosas que suceden!
Cementerio de
los ingleses, Isla de León.
Bellas formas aleatorias en la degradación del mortero de cal
Bellas formas aleatorias en la degradación del mortero de cal
¿Quién dijo que no hay belleza en la química, si
es químico todo mecanismo de percepción de la belleza?
Esa agua que asciende por capilaridad a través de
la argamasa de cal y arena —también a través del mampuesto—, provoca lentos
pero constantes procesos químicos. Se disuelven las sales solubles provocando
micro oquedades. Se hidrolizan otras (en el mortero, el carbonato de calcio
insoluble se rompe y transforma en bicarbonato, soluble, que es arrastrado) Y,
finalmente, cuando se evapora en una línea paralela al suelo, ocurre la
precipitación de todas las sales disueltas, que provocan a su vez
eflorescencias externas y, si cristalizan en el interior del material, producen
un efecto cizalla que rompe el mortero y la piedra.
El proceso químico provoca una degradación
progresiva de los materiales más susceptibles de ello, de forma no uniforme, y
produce formas aleatorias en la superficie del viejo enlucido. Formas que a
veces nos sorprenden por su belleza, aunque estén en las paredes de un viejo
cementerio.
Aunque no sea
su propósito, los grafiteros ayudan a realzar
la belleza de las formas aleatorias del mortero
la belleza de las formas aleatorias del mortero
Y así es como, poco a poco, el mortero pierde su
carácter aglomerante, la arena se desmorona y, ayudado por la lluvia y el
viento, se cae en enlucido exterior descarnando la piedra. Al mismo tiempo que
la argamasa pierde sus propiedades mecánicas, la roca ostionera o el ladrillo
van dejando de estar trabados y la conclusión del proceso es evidente: la parte
inferior de los muros del cementerio se desmoronan, y progresan a partir de un
pequeño agujero en el mismo…
…pero mientras caen tenemos una sorpresa visual en
sus paredes. En los muros del viejo cementerio no aparecen retorcidos
fantasmas, son bellas formas aleatorias, consecuencia de leyes físicas y químicas,
producto de la naturaleza para disfrute del que pueda y sepa verlo... mientras duren.
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