sábado, 24 de noviembre de 2012

Estos payasos no gobiernan para la gente

Soy de los que ya no creen en nada. De los que consideran que casi todos nuestros políticos son unos payasos. De los que se preguntan qué más tiene que pasar en España para que comprendamos de una puñetera vez que estos payasos no gobiernan para la gente, que lo hacen para amparar otros intereses… y que por eso han perdido la legitimidad a pesar de los millones de votos que recibieron, los unos y los otros. Soy de los que ya ni siquiera hablan de la crisis porque estoy aburrido de oír las mismas palabras…

…y, sin embargo, a pesar del escepticismo, hay que seguir hablando, entre otros motivos porque servidor no sabe hacer otra cosa. Y porque quedarse callados sería una traición a nuestros hijos y a nuestros nietos.

Una mañana te levantas y te enteras de que un payaso meapilas, al que han hecho ministro, decide que habrá justicia solo si pagas unas tasas judiciales exorbitantes. Una medida que convierte el derecho a la justicia en un producto exótico para poderosos, en un asunto mercantilizado para uso exclusivo del que pueda pagarlo. A partir de ahora, si el ciudadano de a pie quiere justicia tendrá que pagarla. Y añade, el payaso meapilas, que las tasas se implantan para “garantizar la mejor justicia para todos”. Nos cree imbéciles… y por eso, en reciprocidad, me apetece insultarle.

Sí… te levantas una mañana y te han succionado un derecho que es fundamental para una sociedad civilizada. Y tú, calladito porque ya estás harto de hablar de la crisis y de los políticos. ¡Qué jodidamente bien lo están haciendo estos malnacidos! ¡Mala estocá le den en tó lo alto, coño!

Pues no… No podemos permanecer callados, ni sumidos, ni adocenados. Habría que sacar el kalashninov intelectual del armario, y engrasarlo, y el que sepa, disparar ráfagas de ideas, cargador tras cargador… alguna acertará. Supongo.

La imagen es un ocaso sobre Punta Cantera, Isla de León


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