viernes, 27 de enero de 2012

Soma para los epsilones, don Mariano



"Nosotros siempre tendremos como objetivo de déficit público el que marque nuestro programa de estabilidad".

Don Mariano Rajoy, 
presidente del gobierno de España
 
25 Enero 2012


No sé… ¿No habrá dicho don Mariano una perogrullada? Es un mensaje tan obvio que llevo un rato intentando encontrar la segunda derivada, elucubrando sobre las claves del lenguaje que utiliza don Mariano… más que nada porque lo dice quien lo dice, que se supone que debe decir cosas inteligentes y con enjundia. Pero no sé…

Una de dos:

O no ha dicho absolutamente nada (como buen gallego, no se sabe si sube o baja la escalera)... Simplemente porque no necesariamente hay que encontrar contenidos y/o inteligencia en una frase presidencial.

O es una idea propia del Gran Hermano orweliano, encastrada en el lenguaje neoliberal que nos arrebata el sentido común… —o, ¿quién sabe?, tal vez siga la ética del mismísimo Groucho Marx: “Si no le gustan estos principios (objetivos), no se preocupe, tengo otros”

Creo que, en el fondo, don Mariano nos viene a decir más o menos lo siguiente:

…nosotros siempre cumpliremos con nuestros objetivos. Diremos que hace calor cuando haga calor. Pero, mire ushté, si doña Merkel y servidor decidimos que hace fresco, diremos que hace fresco, como no podría ser de otra forma. Y no tengo nada más que decir…

Y para ese viaje no se necesitan alforjas… el presidente de mi gobierno, a veces, nos toma por epsilones ávidos de soma.

RECORDEMOS: Los épsilones eran la casta más baja en el Mundo Feliz de Huxley. Seres condicionados genéticamente para ocuparse de las tareas más penosas de la sociedad perfecta. Las castas superiores (alfas y betas) mantenían felices a los épsilones en su submundo, gracias a la ración diaria de soma, una droga euforizante e indispensable para mantenerlos en su sitio. Y todos contentos...


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