Nadie cuestiona el paradigma. Todos los partidos políticos de España —los que tienen posibilidad de tocar poder— plantean su campaña electoral aceptando sin rechistar la dictadura neoliberal que gobierna el mundo. El sistema es intocable, no hay otro, no hay posibilidad de escapar, tenemos que asumir nuestros compromisos... o eso o la intervención, la expulsión de euro, el vacío extremo, la pobreza y el canibalismo.
Los políticos en campaña electoral parchean la situación con mentiras piadosas, con medias verdades, con buenas intenciones, diciendo lo que la gente quiere oír… pero nadie dice claramente que el sistema neoliberal es la causa de las infelicidad del ciudadano. Nadie dice que este sistema es incompatible con los derechos humanos y con la democracia real (miremos como ha horrorizado un hipotético referéndum en Grecia) Nadie dice con valentía que el capitalismo salvaje provoca pobreza a pesar de las inmensas ganancias que obtienen los privilegiados. Ningún político en campaña denuncia que esas astronómicas fortunas que genera el neoliberalismo no son más que burbujas especulativas; que solo son arquitecturas financieras que NO GENERAN EMPLEO porque esta élite ha abandonado la economía productiva decente —simplemente porque esta economía decente no genera inmediatas ni suficientes ganancias—. Por eso han deslocalizado la producción (se la han llevado) a infiernos laborales, donde gobiernos corruptos esclavizan a los hombres y aniquilan el medio ambiente con absoluto descaro. El neoliberalismo ha conseguido que los afortunados que tienen ahora un empleo sigan siendo pobres, vivan en precarias condiciones, asustados, tragando indignidades… ¡y encima, agradecidos! ¿Hasta cuándo vamos a estar tragando bilis?
Ningún político —de los que van a tocar poder— tiene la valentía de decir abiertamente que las medidas económicas que dictan los mercados se aplican para perpetuar su poder y para mantener el beneficio de los privilegiados, ¡no para la felicidad de las personas! El exterminio del Estado del Bienestar sólo sirve para hacer más poderosos a los poderosos… y cuando agoten este nicho de riquezas asaltarán otro. El capitalismo es eso, ¿no lo sabíamos?
No hace mucho, el Estado nos amparaba. Velaba porque las condiciones laborales se ajustaran a una ley consensuada... hoy las condiciones laborales están impuestas por los mercados. Podíamos tener una educación pública para nuestros hijos… hoy, algunos van diciendo que eso es un lujo que no podemos pagar. Y teníamos hospitales que no preguntaban si podías pagar, simplemente te atendían porque ya lo habías pagado con tus impuestos… pero hoy si no supone un negocio para alguien no es viable. No hace mucho lo público era amplio y era de todos… me temo que ahora lo público sólo es una estupenda oportunidad de negocio privado.
Nos han robado el mundo que conocíamos, y los políticos que piden mi voto ni lo reconocen, ni lo cuestionan… al revés, demuestran al sistema una pleitesía que avergüenza.
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