domingo, 4 de mayo de 2008

La independencia de un país merece respeto

El dos de mayo de 1808 el pueblo madrileño se alzó contra la dominación francesa. El tres de mayo las tropas gabachas masacraron a la población civil, pero la sublevación prosperó imparable por todo el territorio nacional. Aún así las tropas imperiales, en dos años, dominaron toda la península ibérica...

...toda la península ibérica, sí; excepto la Isla de León y Cádiz.


Las tropas francesas, al mando del general Soult no lograron atravesar el Puente Zuazo, un viejo puente de origen romano sobre el caño de Sancti Petri, brazo de mar que separa San Fernado y Cádiz del resto de la península. Un rosario de posiciones artilladas distribuidas estratégicamente por el caño y San Fernando, consiguieron el milagro. Y gracias a la disuasión de esos baluartes el sitio de la España Liberal duró dos años. Sí, gracias a estos baluartes, en la antigua Isla de León, se iniciaron el 24 de septiembre de 1810 las sesiones de cortes que alumbraron la constitución española de 1812... la primera que nos dijo que la soberanía reside en la nación.


Hoy, todos los baluartes artillados que rodearon la España Libre de 1810 a 1812 –TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS- están hoy día abandonados a su suerte. Todos están arruinados. Todos, llenos de escombros, de vegetación de marisma y de basuras, de toneladas de basuras. No hay caminos para llegar a ellos. Nadie a utilizado un minuto de su tiempo en evitar que se caigan las piedras. No existe ni un solo cartel anunciador que explique cómo llegar a ellos. Y tampoco existe un solo panel que explique qué son esas construcciones abandonadas en mitad de la nada...

A veces no lo entiendo. A veces me avergüenzo de mi país. A veces tenemos lo que nos merecemos.

El uno de Mayo paseé por el Baluarte de San Pablo, uno de los que guarecían el Puente Zuazo. ¿Saben ustedes para qué se usa?


Simplemente, un degenerado se ha tomado la molestia de llevar hasta la Santabárbara (donde guardaban la pólvora para la artillería), un colchón flex para pecar contra el sextomandamiento en mitad de las basuras...

A veces no lo entiendo. A veces me avergüenzo de mi país. A veces tenemos lo que nos merecemos.



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